Al igual que sucediera los últimos dos años, el Informe Anual del Diputado del Común insiste en llamar la atención sobre la situación de las listas de espera sanitarias, calificándolas de "insoportables".

En concreto, el órgano dependiente del Parlamento de Canarias recuerda que los datos publicados por el Servicio Canario de la Salud (SCS) arrojan que el año 2011 se cerró con 24.861 usuarios pendientes de una operación, de los que 5.838 llevaban más de seis meses en espera.

"Esta situación es insoportable para la ciudadanía afectada y tememos que los plazos previstos de espera puedan prolongarse fruto de recortes. En cualquier caso, es imprescindible que se ajusten a lo estipulado en la Orden de 26 de diciembre de 2006, por la que se modifica el anexo I de la Orden de 15 de mayo de 2003, que establece los plazos máximos de respuesta a determinados procedimientos quirúrgicos a cargo del SCS", detalla el informe.

Y es que el capítulo dedicado a la Salud y la Sanidad Pública se centra mayoritariamente en lo que a las listas de espera se refiere, explicando que "la realidad socioeconómica de Canarias no permite a la ciudadanía, por lo general, disponer de los recursos suficientes para acudir a centros médicos de carácter privado, siendo su única esperanza y derecho la solvencia del sistema sanitario público a sus padecimientos" y enfatizando que "esta Institución ha conocido de numerosos expedientes de queja tramitados durante el año 2011 sobre este asunto", destacando las relacionadas con las listas de espera para operaciones de colostomía, para consulta en el Servicio de Dermatología, pruebas médicas de Ecografía, Servicio de Cardiología, etc.

En total el Diputado del Común ha recibido un total de 70 quejas relacionadas con la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, lo que supone un 5,75% del total de demandas tramitadas durante el año 2011.

Entre las quejas de los pacientes del Servicio Canario de Salud también destacan las relacionadas con la demora a la hora de obtener la tarjeta sanitaria por primera vez o en caso de haberla extraviado. Así, el Diputado del Común abunda en su informe en el hecho de que "la demora en la recepción de la tarjeta sanitaria por parte del usuario ha sido motivo frecuente de expedientes de queja y de atención a la ciudadanía. Cualquier cambio de los datos personales del usuario que impliquen solicitar una nueva tarjeta o, lisa y llanamente, el extravío de la misma no es suplantada por la administración con la rapidez precisa. Es más, al realizar la gestión en los centros de salud el ciudadano se marcha con una hoja impresa que simula la tarjeta sanitaria y es invitado a que la plastifique. Por supuesto, advertido de la dilatada espera que le toca soportar hasta que reciba en su domicilio la ansiada tarjeta sanitaria", y sentencia: "Este tipo de supuestos no son de recibo en un sistema sanitario de calidad propio de los Estados de bienestar avanzados. Y es necesario zanjar, de una vez por todas y sin escatimar esfuerzos, estos contratiempos en aras de que la solicitud o el cambio de la tarjeta sanitaria sea una gestión de pocos días".

Otro aspecto que se ha detenido a valorar el Diputado del Común ha sido el retraso y la utilización del silencio administrativo por parte de la Administración sanitario en lo que a las demandas de responsabilidad patrimonial que interponen pacientes supuestamente víctimas de negligencias.

"Esta materia supone una constante en la actuación de esta Institución y conlleva un especial tratamiento porque exige mayor agilidad en las actuaciones y redoblar la delicadeza en la atención a la ciudadanía desde la certeza de que en la mayoría de las ocasiones afecta a familiares directos que han padecido una supuesta negligencia grave que, incluso, ha podido causar el fallecimiento. En otras palabras, hay veces en el que la ciudadanía sufre obstaculización en sus peticiones que podrían dar lugar seguidamente a un inicio a instancia de parte de un procedimiento por reclamación de responsabilidad patrimonial. Desde entonces, en esta fase previa, ya los interesados se tropiezan con dificultades", sentencia el informe en lo que a la parte sanitaria se refiere, justo antes de concluir que "la demora innecesaria o, lisa y llanamente, la falta de respuesta del Servicio Canario de la Salud" les ha llevado a intervenir "en numerosas ocasiones".