Los grupos políticos con presencia en Santa Cruz aprobaron en el último pleno local una moción del PP cuyo segundo punto no tiene encaje legal. Se trata de la exención de proyectos visados y dirección de obras para actuaciones que requieran licencia menor en viviendas o inmuebles catalogados de la ciudad. Así se lo han transmitido algunos técnicos del Cabildo a homólogos del área municipal de urbanismo, departamento en el que también otros especialistas ya se han percatado de la imposibilidad de ese cambio por las leyes y normativas patrimoniales existentes.

La moción aprobada pretende que, desde ahora, las obras que se soliciten para casas incluidas en el catálogo municipal de patrimonio arquitectónico consigan las licencias en función de las características de la actuación. Así, se podría diferenciar entre las menores y mayores, cuya diferencia en cuanto a tasas a pagar es bastante considerable.

Este era el primer punto de la moción respaldada. En el segundo, sin embargo, se matizaba que las licencias que se considerasen menores no necesitasen proyecto visado ni dirección de obras de aparejador o arquitecto técnico. Sin embargo, este aspecto encendió las alarmas en Patrimonio insular y entre algunos técnicos de Urbanismo, que enseguida reaccionaron para advertir al gobierno local de que la normativa impide que, para este tipo de inmuebles protegidos, se deje exento al propietario de la elaboración y presentación de proyectos visados por arquitectos o aparejadores.

Además, y según señalaron ayer miembros del área local de Urbanismo, tampoco se puede hacer la diferenciación entre obras menores y mayores, ya que las licencias han de ser, en estos casos, siempre mayores. Eso sí, esto no impide que, en cuanto a las tasas, se pueda aplicar las cifras que se aplican a las actuaciones menores. De hecho, las fuentes consultadas consideran que la moción es muy acertada si se limita solo a este aspecto.

La iniciativa pretende agilizar y abaratar las actuaciones en estos edificios y casas, aunque siempre dándole prioridad a su conservación, al tratarse de inmuebles protegidos por sus valores arquitectónicos.

La diferenciación entre lo que se paga por obras mayores y menores es muy considerable, tal y como recoge la propia propuesta del concejal del PP Carlos Garcinuño. Las primeras tienen una tasa mínima de 436,4 euros para un importe de hasta 30.000 euros de ejecución material, mientras que el mínimo de una menor es de 63,6 euros para un desembolso de 6.000, aplicándose en este caso otros tres tramos hasta alcanzar los 30.000.

La medida trata de animar a los dueños a realizar obras que, antes, casi ni se planteaban simplemente por el coste de las tasas. De hecho, el área local apenas tiene alguna solicitud pendiente o que se planteara y se frenara al final.

No obstante, y si la moción se corrige, los técnicos creen que sería muy beneficiosa porque, en la actualidad, existe un desequilibrio que perjudica claramente a los dueños de estos inmuebles. Así, se confía en que resulta mucho más atractiva la mejora del estado de sus viviendas, su habitabilidad y condicione, lo que dinamizaría un poco la economía en plena y dura crisis.