Al menos 21 personas murieron ayer y otras 125 resultaron heridas en un atentado suicida perpetrado con un coche bomba en el centro de Bagdad, informaron fuentes policiales.

Las fuentes explicaron que el suicida tenía como objetivo un edificio gubernamental encargado de la dirección de los templos chiíes en el país y situado en la zona de Bab al Muazam, en la capital.

La explosión causó, además, cuantiosos daños materiales en edificios y vehículos que estaban aparcados en el lugar del suceso, afirmaron las fuentes.

El atentado fue calificado de "cobarde" por el primer ministro iraquí, el chií Nuri al Maliki, quien aseguró "esos crímenes atroces no lograrán sembrar la discordia confesional entre los hijos del pueblo iraquí". Al Maliki recalcó, mediante un comunicado, que ese ataque "aumentará la determinación del Gobierno iraquí para luchar contra el terrorismo y enfrentar las tentativas de crear discordia y romper la unidad de la patria".

Irak vive actualmente un repunte de la violencia que ha vuelto a poner en entredicho la seguridad en el país.