Francia y Bruselas dieron ayer un nuevo empujón a la propuesta presentada la semana pasada por la Comisión Europea de que sea el fondo europeo de rescate el que pueda recapitalizar directamente la banca europea, al considerar esa posibilidad "fundamental" y "clave" incluso a corto plazo.

La propuesta fue planteada la semana pasada en las recomendaciones a la eurozona presentada por el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y nunca fue rechazada por el comisario económico, Olli Rehn, quien solo había declarado que la recapitalización directa de la banca no era posible.

Rehn recalcó ayer, lunes, en unas declaraciones tras reunirse con el ministro francés de Economía, Pierre Moscovici, que se trata "por supuesto de un asunto clave a corto plazo, y también a medio y largo plazo, cuando hablamos de posibles vías y medios para crear una unión bancaria".

También señaló que la Comisión Europea ha estado considerando esta opción como "una seria posibilidad para romper el vínculo entre las deudas soberanas y la banca" para ir a las raíces de la actual crisis.

Rehn reiteró que la recapitalización de la banca "no es parte del tratado del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) por el momento en su forma actual", pero que Bruselas considera que "es importante considerar esta alternativa" ahora que la UE está avanzando en el debate sobre las posibles vías y medios para crear una unión bancaria", ha reconocido el político finlandés.

La Comisión Europea ha recibido de nuevo el apoyo de Francia a esta propuesta, como explicó el presidente francés, François Hollande, cuando se reunió antes de la última cumbre informal de líderes de la UE con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

"Nuestra posición no es un misterio. Nosotros también estamos a favor de esta unión bancaria. François Hollande la ha evocado en el Consejo Europeo informal (...) y esta necesidad de recapitalización directa de la banca a través del MEDE es un tema fundamental sobre el que hay propuestas sobre la mesa y espero que esté sobre la mesa en el Consejo Europeo del 28 y 29 de junio", afirmó Oli Rehn.

Medida beneficiosa

Esta medida beneficiaría actualmente sobre todo a España, que está inmersa en una profunda reestructuración de su banca y en pleno rescate multimillonario de Bankia. Pero fuentes comunitarias ya han advertido de que modificar el tratado del MEDE no será fácil y que en todo caso España "no puede esperar" a que el fondo pueda recapitalizar directamente la banca, por lo que "debe actuar ahora" en lo que supone el rescate más caro de la historia financiera española.

El tratado del MEDE, actualmente en proceso de ratificación, no tendría que ser reabierto de nuevo, sino que se podría recurrir al artículo 19 del documento firmado recientemente.

Ese artículo otorga al Consejo de Gobernadores (los 17 ministros de Finanzas de la eurozona) el poder de "revisar la lista de instrumentos de asistencia financiera" y "decidir la introducción de cambios en la misma", pero eso requeriría consenso y Alemania, que tiene una clave de contribución del 27 % al MEDE, todavía se resiste frontalmente porque entiende que a cambio de ayuda, los gobiernos deben ceder parte de su soberanía y hacer sus deberes.

Mientras, España plantea la necesidad de crear una autoridad fiscal europea que se encargaría de la gestión de la deuda europea y que armonizaría las políticas fiscales de los estados miembros, lo que implicaría ceder soberanía, algo que Merkel exige a cambio de relajar su postura con respecto a la solidaridad alemana.

De la unión bancaria podrían ser pilares fundamentales los eurobonos y un fondo común de garantías de depósitos, o incluso un fondo de resolución bancaria europeo y una mayor centralización de la supervisión bancaria, como ha planteado el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi. Barroso intentaría convencer a Merkel de la necesidad de dar un paso hacia esa mayor integración económica y fiscal.