El alcalde de Los Realejos, Manuel Domínguez (PP), espera que la obra que se ejecuta en la actualidad para evitar nuevos desprendimientos en la playa del Socorro se termine por completo en lo que queda de junio, "para que la situación de la playa sea de total normalidad a partir del próximo mes de julio". El Consistorio realejero invierte 44.000 euros de fondos propios en las tareas de demolición preventiva de un talud inestable ubicado sobre el viradero de la única carretera de acceso a la popular cala norteña.

Los trabajos, presupuestados en 50.000 euros, contarán con una aportación inicial de 6.000 euros por parte de uno de los propietarios de los terrenos, aunque el alcalde no descarta que "si se logra determinar que esa zona tiene otros propietarios, se repercuta el resto del coste de la actuación a sus legítimos dueños".

La actuación también cuenta con el apoyo de la Dirección General de Costas, dependiente del Gobierno de España, que se encarga de trasladar los restos del desmonte hasta los vertederos autorizados. "Una ayuda que nos ha permitido abaratar notablemente el coste de la obra", según recalcó Domínguez.

El mandatario popular señala que la finalización de los trabajos de demolición es "cuestión de días". Sin embargo, la retirada de todo el material desprendido de la ladera será una labor "más lenta y compleja, que se demorará algo más de 15 días".

"Harán falta numerosos camiones para retirar todo ese material y esa parte de los trabajos será también la más molesta para los usuarios de la playa, a los que pedimos comprensión", recalcó.

La actuación en este gran talud pretende eliminar todas las rocas y la tierra inestable, con el objetivo de evitar nuevos desprendimientos "sin necesidad de instalar más mallas de contención", indicó el mandatario realejero.

Esta actuación se inició por la vía de urgencia tras la caída de varias rocas en el viradero en el pasado mes de mayo.