El doctor Marcos Gómez Sancho, director de la Unidad de Medicina Paliativa del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín, ha reclamado hoy una ley básica que obligue a desarrollar un plan de cuidados paliativos a las comunidades, entre las que existen grandes diferencias en sus modelos en este ámbito.

"No puede ser que, dependiendo de donde se viva, se reciba una atención u otra, que en unos casos se pueda morir dignamente y en otros en una situación cercana al abandono", ha dicho este especialista, que ha participado en Granada en la sesión inaugural del XXIII Congreso Nacional de Técnicos en Cuidados de Enfermería.

En España, según los datos de Gómez Sancho, se registran cada año entre 80.000 y 100.000 personas que pueden morir tras una fase terminal, por una enfermedad oncológica o no, y que necesitan un cuidado especializado y de alta calidad.

Los expertos calculan que únicamente algo menos de la mitad de esos pacientes reciben los cuidados adecuados, de ahí que "clamen" por que este tipo de atenciones se desarrollen de forma uniforme en todo el país.

En este sentido, el doctor advierte de que, una vez que se transfirieron las competencias a las comunidades autónomas, unas fueron "muy sensibles" con esta materia y desarrollaron modelos "ejemplares" de cuidados paliativos, pero que en otras en cambio estos son "prácticamente inexistentes", lo que considera una injusta falta de equidad.

Por todo ello, la lucha de estos profesionales se centra en que se promueva una ley nacional, similar a la que ya tiene Andalucía, que obligue a las autonomías a desarrollar planes específicos.

El congreso, organizado por la Fundación para la Formación y Avance de la Enfermería (FAE) y el Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) y que reúne a cerca de 700 Técnicos en Cuidados de Enfermería (TCE), gira precisamente en esta ocasión en torno a los cuidados paliativos.

Los especialistas sostienen que la atención al paciente terminal debe estar en manos de un equipo multidisciplinar en el que los TCE desempeñan un papel fundamental y que además resulta "imprescindible" humanizar la medicina moderna.