Estamos convencidos, y así lo hemos venido expresando repetidamente en nuestros editoriales y comentarios, de que el futuro de Coalición Canaria depende de su congreso nacional que se celebrará el 16 y 17 de este mes en Santa Cruz de Tenerife, que es donde se tiene que celebrar pues esta ciudad es la capital de la isla más importante, más extensa y más poblada del Archipiélago. De lo que se decida en este cónclave no solo depende el porvenir del nacionalismo canario -aunque el nacionalismo de este partido habría que calificarlo de falso o incompleto, pues sigue sin exigir la independencia de una tierra que lleva casi seis siglos vilmente colonizada por los españoles-, sino también el futuro de Canarias. La primera medida que deben adoptar los compromisarios de este partido es la expulsión sumarísima de Paulino Rivero, de Ángela Mena y de todos los demás traidores políticos al pueblo canario cuyas fotos publicamos, para que se avergüencen de una vez por su deplorable comportamiento político, en nuestro editorial del pasado martes: Ana Oramas, José Perestelo, José Miguel Ruano, José Miguel González, Javier González-Ortiz -un político inepto al que le han entregado los dineros de las Islas-, Fernando Ríos -políticamente impresentable, al igual que sus hermanitos y el papá de todos ellos-, Barragán -menudo personaje- y María del Mar Julios, artífice de la desaparición de CC en la tercera isla. O los echan de inmediato, como primer punto del orden del día del congreso, o no merece la pena que sigan adelante porque ese partido estará sentenciado a muerte.

Sin embargo, parece que la sensatez no termina de calar en algunos dirigentes de Coalición Canaria. Nos alarman ciertas declaraciones que se están produciendo estos días no sabemos si con pleno convencimiento de lo que dicen por parte de quienes las hacen, o si en plan globo sonda para ver qué pasa. De una forma u otra, es preocupante oírle decir al presidente del Cabildo de Fuerteventura -y destacado dirigente del partido-, Mario Cabrera, que el hecho de que Paulino Rivero se haya autodescartado como candidato a presidir CC no significa que no lo presenten otros. ¿Presentar a un político torpe para qué? ¿Para que termine de liquidar al partido de la misma forma en que ha hundido a la economía de las Islas? ¿Es que no se ha enterado don Mario Cabrera de todo el paro, de todas las colas del hambre y hasta de las muertes que se están produciendo en Canarias? Solo podemos llegar a una conclusión: o el señor Cabrera es tan inepto, políticamente hablando, como Paulino Rivero, o quiere acabar con CC por los motivos que sean.

No menos perturbadoras son las manifestaciones hechas por José Luis Perestelo y publicadas por un periódico de Las Palmas que se imprime en Tenerife, en las que dice que la militancia de CC no descarta a Rivero como presidente del partido porque "nadie está capacitado para autodescartarse". ¿A qué juega el señor Perestelo? ¿A que no lo echen del partido al mismo tiempo que a Rivero porque también ha sido un traidor político al pueblo canario? ¿No se ha dado cuenta todavía de que Paulino Rivero no se ha descartado a sí mismo, sino que lo ha inutilizado para cualquier cargo público en estas Islas -y en todo el mundo- su despotismo político?

Desbarra Perestelo cuando afirma que Rivero tiene una visión clara de Canarias y del mensaje político nacionalista. La visión que tiene de las Islas este necio político que nos gobierna es una imagen de altura, pero no de altura política o de miras, sino de la altura del helicóptero en el que vuela para no ver el hambre y la miseria que él ha creado por su incapacidad para gestionar los asuntos públicos. La prueba es que nunca ha estado Canarias peor, ni nunca han pasado tanta hambre los isleños, como la que están padeciendo bajo su nefasta presidencia. En cuanto al mensaje nacionalista, ¿qué mensaje puede tener quien, pese a codearse en Madrid con las altas esferas de la metrópoli, ha sido incapaz de exigir la independencia de su tierra? ¿No se dan cuenta en CC que Paulino nunca puede ser la solución porque es el mayor problema de estas Islas?

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Los hambrientos, los familiares y amigos de los muertos por las listas de espera, los jóvenes que han emigrado y los que están esperando para embarcar, las víctimas de los recortes, el comercio que no vende, los miserables que no tienen donde caerse muertos, los desesperados, los iracundos por la desvergüenza y la infamia política de los que gobiernan habiendo perdido las elecciones, es decir, los impostores, todos están a la espera del congreso nacional de CC de los días 16 y 17. Todos esperan la desaparición de Rivero, su esposa Mena y la pandilla del Gobierno y su camarilla de allegados. Vamos a ver qué pasa esos días con el pueblo y CC.