Importantes edificios del patrimonio histórico-arquitectónico del casco antiguo de La Laguna presentan en su fachada un elevado número de desconchados que cada día son mayores y aportan una imagen antiestética a los numerosos turistas que a diario visitan la ciudad Patrimonio de la Humanidad, sin que nadie haya actuado en los mismos desde hace tiempo.

Solo el edificio del convento de Santa Catalina presenta en las paredes de su perímetro un total de 70 desperfectos de los citados, con capas de encalado que han caído al suelo y un hecho mucho más grave en otros lugares de los muros, donde hay profundas oquedades que dejan ver la piedra y la tierra con la que fueron construidos en el pasado. Y por si fuera poco, está el lamentable estado que presentan a los ojos del visitante, ya que donde hay un hueco profundo se está convirtiendo en un basurero donde personas, sin sensibilidad, meten envoltorios de chocolatinas o colillas de cigarros.

Los ciudadanos critican al grupo de gobierno por no reparar los desconchados y mucho más porque la misma fachada de la casa de Alvarado Bracamonte, donde hay dependencias municipales, aparecen once desperfectos en su encalado exterior.

La Asociación en Defensa de La Laguna, a través de su presidente, Julio Torres, ha dicho que "los responsables del patrimonio tienen que actuar de forma urgente, ya que el deterioro, si no no se para ahora, será mayor mañana, como hemos constatado ya en algunos de los desperfectos del enlacado de los muros. Actuar y reparar los desconchados ahora es muy fácil, se tardaría poco tiempo y la inversión es mínima, pero en el futuro los edificios resultarían más perjudicados y el coste de actuación sería más elevado".

La forma de proceder hasta ahora ha sido rellenar el hueco con cemento y luego una mano de pintura encima, como ocurrió la última vez, en el mes de febrero, con motivo de la apertura del sarcófago de la monja incorrupta Sor María de Jesús, en el monasterio de las Catalinas.

Los técnicos consultados han dicho que la forma de proceder en los desconchados hasta ahora no es la correcta, y muestra de ello -precisaron- "es que si se hubiera reparado con rigor no se hubiera caído el encalado en tan solo cuatro meses".

Lo correcto debe ser el realizar una investigación que sistematice el conocimiento sobre las causas de las patologías de las obras de fábrica, para luego aplicar el producto y la técnica adecuada para garantizar la reparación al acabar con el motivo que originó el desconchado.

Las eflorescencias que aparecen también en los muros de los edificios históricos de La Laguna jamás, como dicen los especialistas, deben ser tratadas con una mano de pintura encima como se ha hecho hasta ahora, sino ver si provienen de los materiales empleados, del suelo inmediato a la pared o de la contaminación atmosférica, para luego limpiar la superficie afectada con un cepillo, ver que es lo que motiva la eflorescencia y, tras aplicar un producto especial de fondo, proceder luego a su pintado.