Transcurridos seis años desde la creación de la la Zona Franca de de Tenerife, será el viernes 22 de junio cuando realmente se produzca el arranque oficial con la presentación de la primera empresa que "mostró su interés en disfrutar de los beneficios de esta herramienta, una industria de fabricación de vehículos eléctricos, cuya autorización para su establecimiento formal como operador en este espacio portuario fue aprobada por acuerdo plenario en septiembre de 2010", explicó a EL DÍA el recién nombrado delegado especial del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas de la Zona Franca de Tenerife, Gustavo González de Vega.

Este licenciado en Derecho y funcionario de carrera añadió además que después de esa fecha "no se ha tramitado ninguna otra solicitud; deduzco que la falta de difusión y el propio contexto de crisis no han contribuido al desarrollo de este especial destino aduanero".

Con tan solo tres meses en el cargo, el responsable de la Zona Franca de Tenerife ha ocupado este tiempo "en la elaboración de un estudio que nos permita definir un modelo de gestión que favorezca la explotación de todas las ventajas que encierra esta herramienta, así como el establecimiento de una estrategia de futuro adecuada a nuestras específicas peculiaridades económicas y ubicación geográfica", y que compartirá en un pleno que se celebrará el próximo mes de julio con los miembros del Consorcio.

"Quiero pensar que algo ha cambiado en la Zona Franca cuando después de seis años de inactividad, a las pocas semanas del comienzo de esta nueva etapa de gestión, tenemos por fin la oportunidad de asistir a la presentación oficial de una empresa de vehículos eléctricos la próxima semana, con la cual estamos ultimando los trámites necesarios para que pueda acogerse a los ventajas aduaneras y fiscales propias de esta zona en sus futuras relaciones comerciales con terceros países", resumió el delegado cuando se le planteó que este era un proyecto que ya recogió este periódico en 2008, en una entrevista realizada al presidente de la Autoridad Portuaria, Pedro Rodríguez Zaragoza. Ya entonces, el máximo responsable de Puertos de Tenerife hablaba de su inminente ubicación.

Recursos mínimos

A pesar de que se trata de un proyecto ambicioso que nació con la clara intención de convertirse en el motor económico de la isla, lo cierto es que comienza con retraso e infradotado, puesto que ahora mismo, González de Vega está solo para acometer todas las tareas que le surgen en el día a día, desde coger las llamadas telefónicas hasta atender a los empresarios que demandan información sobre la Zona Franca o elaborar un cronograma de trabajo. Así, el campo de actuación es enorme, "el tipo de empresas que potencialmente podrían instalarse en estos espacios es amplísimo, cualquier actividad de carácter industrial, comercial o de servicios tiene cabida, si bien, en congruencia con las ventajas aduaneras propias de la Zona Franca, las actividades que mayor beneficio obtienen son aquellas relacionadas con el tráfico internacional de mercancías. Por lo tanto, el objetivo fijado es la captación de entidades internacionales cuya gestión implique una actuación prioritaria de importación y exportación, así como la promoción y fomento de aquellas empresas locales con una clara vocación de internacionalización de su negocio", señaló.

En estos últimos meses, el delegado ha comprobado "un crecimiento exponencial del interés por la Zona Franca y de los esporádicos contactos que se ha tenido en los inicios hemos pasado en muy breve plazo a una apretada agenda en la que recibimos consultas de empresas interesadas semanalmente", subrayó.

La situación de crisis económica generalizada es pues, un acicate. "El retraso en su puesta en marcha no lleva aparejada necesariamente una connotación negativa, ya que nos permite comenzar nuestra actividad adaptados a las actuales circunstancias", aseveró González de Vega.