CON EL CONGRESO "nacional" de Coalición Canaria comienza o continúa este período confuso de la actividad política de esta colonia. Lo de las comillas en la palabra "nacional" es por esa insólita denominación del ámbito de CC, cuya "nacionalidad" apenas llega a menos de las siete islas del Archipiélago.

Además de ausencias ya anunciadas en su día, como la de Nueva Canarias, de Román Rodríguez, hay que añadir una importante, que es la del destacado político herreño Tomás Padrón, quien se ha echado fuera de la presidencia de la Agrupación Herreña Independiente (AHI), en la que estuvo treinta y tres años. La AHI era el brazo del partido nacionalista en la Isla del Meridiano. La falta de Padrón se echó de menos en el congreso, porque es de los gestores más destacados de la política herreña, con muchos años en los cargos más importantes y una gran labor realizada en El Hierro.

Otra circunstancia que, seguramente, influyó en el congreso es el fracaso cantado de la supuesta gestión del hasta ahora líder de CC, Paulino Rivero, quien, a pesar de haber decidido no presentarse de candidato a presidir el partido por presiones internas, parece haber fracasado en su intento de prohibir las prospecciones petrolíferas en Canarias, ya que la empresa Repsol, que lleva a cabo esos trabajos en los fondos marinos de Fuerteventura y Lanzarote, anunció que comenzará la fase del impacto ambiental de las prospecciones tras haber logrado el aval del Tribunal Supremo, el cual desoyó la petición del Gobierno de Canarias de interrumpir las tales prospecciones, previa la intervención positiva del ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria.

Aunque aún no se ha informado sobre un posible contacto anunciado por Paulino Rivero con la Unión Europea para prohibir las prospecciones, alegando supuestas prohibiciones de carácter medioambiental, el reciente anuncio de Repsol da cuenta de estar dispuesto a mantener su calendario, que pasa por iniciar los trabajos fundamentales en 2014, respetando el proceso medioambiental que le exige el Estado. El proceso iniciado tendrá una duración de dos años.

En la información que da a conocer Repsol, la empresa explica detadalladamente el proceso a seguir y algunas de las gestiones a llevar a cabo, como el pliego de condiciones para adjudicar los trabajos ambientales y otros trámites que completan la realización del proceso, que es largo y complejo, y supone cumplir toda la normativa existente. O sea, que tenemos que esperar un indeterminado número de años para poder explotar la riqueza que da la naturaleza a Canarias y que se espera compense los recortes que nos proporciona el Gobierno de la nación que nos coloniza y el Gobierno autónomo, que copia fielmente el modelo oficial.