Los productores de la película que está rodando la actriz se han tenido que responsabilizar por el accidente de la semana pasada. Por lo visto, han hablado con la policía para que interpongan unas reglas a Lindsay Lohan y una de ellas es prohibirle conducir un vehículo hasta que no termine la película.

Según afirma TMZ, la productora ha acordado con la policía que controlarán las acciones de Lindsay Lohan mientras esté trabajando para ellos, para que no vuelva a protagonizar un escándalo como el que sufrieron la semana pasada con el accidente de coche.

Por lo visto, la compañía aseguradora no se ha querido responsabilizar del golpe que sufrió la actriz durante el rodaje de ''Liz and Dick'' y ha puesto más de una condición a la productora, pero la que más trasciende es que, bajo ningún concepto, Lindsay Lohan no conduzca.

Aunque ella se excusó con que los frenos de el Porche que conducía no funcionaban, no ha sido una excusa muy convincente tanto para los productores de la película como para la compañía aseguradora de este vehículo que habían alquilado para rodar una secuencia y acabó empotrado contra la parte trasera de un camión.

Todo apuntaba a que con esta nueva oportunidad, Lindsay Lohan iba a asentar por fin la cabeza, pero después del accidente y de aparecer inconsciente en la habitación de un hotel, demuestra que no tiene intención de enderezarse y que quiere seguir siendo la niña mala de Hollywood.