La Policía Local de Puerto de la Cruz implanta un nuevo modelo de gestión del tráfico, pionero en el Archipiélago, y puesto en marcha en diversas ciudades europeas, que se denomina “Traffic Calming”, y se utiliza para referirse a las técnicas de reducción de la velocidad en núcleos urbanos, y que ha logrado una reducción importante en los accidentes. La ciudad turística ha apostado por los estacionamientos en batería “marcha atrás”, como medida para lograr el “calmado del tráfico”. Los aparcamientos se caracterizan por la señalización sobre el pavimento y, como dice su propio nombre, hace que el hueco para el estacionamiento se marque en sentido contrario y que sea necesario la entrada utilizando la marcha atrás del vehículo.