El hotel Tigaiga, del Puerto de la Cruz, ha sido capaz este año, como en los 17 anteriores, de mantener sus estándares de calidad tanto en sus instalaciones como en el servicio que presta, tal y como han ratificado sus clientes en una nueva edición de los premios TUI Holly, que otorga el touroperador alemán entre los 10.000 establecimientos con los que opera en todo el mundo y que reconocen los 100 mejores establecimientos a nivel mundial.

Este año, este hotel que ya cuenta con más de cinco décadas de historia, ha cumplido su "mayoría de edad" en estas distinciones de excelencia, y ha pasado a formar parte del "pasillo de la fama" en el que se exponen aquellos establecimientos que han ganado más TUI Holly en sus 18 años de historia, lo que le confiere su ubicación en el primer puesto de Tenerife y estar entre los cuatro primeros hoteles a nivel mundial.

Enrique Talg es el director de este hotel, y heredero de una dinastía de hosteleros que se asentaron en el Norte de la Isla hace más de medio siglo con la idea de calidad e innovación que él ha mantenido viva en la actualidad.

Talg no oculta su orgullo por este nuevo reconocimiento de los clientes, porque "representa un premio que nos marca el objetivo a seguir". Además, señaló que el premio del cliente es algo que "hay que ganárselo, porque hay que saber sacarle una sonrisa porque esa es la recompensa a la labor bien hecha".

Para toda la plantilla del hotel Tigaiga cada año es un nuevo reto hacia la ratificación de su excelencia, ya que los premios TUI Holly son un reconocimiento a nivel mundial, "en el que participan todos los establecimientos de nueva construcción, mientras que nosotros ya llevamos 52 años de funcionamiento, por lo que es importante mantenerse, algo que hemos logrado año tras año, con mucho esfuerzo y sacrificio".

Enrique Talg dijo que los argumentos fundamentales para estar siempre dentro de esa distinción y lograr un alto nivel de repetición entre sus clientes, no solo radica en contar con los servicios y las infraestructuras adecuadas, "sino también con el trato que se da, que es algo muy importante, porque de nada nos vale contar con una vajilla de gran calidad, si la comida no se sirve con una sonrisa".

Este hostelero es un férreo defensor "del calor humano y de hacer las cosas bien", algo que heredó de su padre, Enrique Talg Wyss, de quien aún queda el sello inconfundible de "un valor como la educación y el listón tan alto que nos dejó".

Otro de los aspectos muy valorados y que remata el componente humano que se percibe en el trato a los cliente, es la concienciación ambiental que se respira en todos los rincones del hotel Tigaiga, ya no solo en las zonas ajardinadas, sino el concepto de sostenibilidad que rodea a las actividades cotidianas, gestión y el desempeño ambiental y de responsabilidad social como destino turístico.

La reforma que viene

A pesar de los reiterados reconocimientos recibidos por este hotel, no es intención de Enrique Talg y su equipo de "dormirnos en los laureles", por lo que anuncia que, con el fin de seguir atentos a las expectativas y adecuarse a los tiempos, se pondrá en marcha una reforma en profundidad de las instalaciones.

El director del hotel Tigaiga, quien considera que es demasiado prematuro para hablar del alcance de dichos los cambios, si comentó que se trata de mejorar el servicio y de acometer una puesta al día de un establecimiento que cuenta ya con 52 años, pero en el que no se pretende perder ni la ilusión ni la dedicación que siempre se ha tenido por la innovación a través de las tres generaciones que se han encargado de su gestión, con la referencia del éxito que siempre implantó Enrique Talg Wyss.