En plena cosecha de la papa en La Orotava, cuya recolección en la zona de medianías del municipio se espera que tenga un resultado menor en volumen al registrado el año pasado, se ha detectado que buena parte del producto está afectado por la polilla, una circunstancia que repercute en que debido a esta problemática y a las malas condiciones atmosféricas, actualmente la cosecha está dañada en un 40%.

Desde el año 1999 se detectó la presencia de polilla guatemalteca, que ha perjudicado principalmente a los cultivos de la papa, sobre todo, en las zonas de cultivo del Norte de Tenerife.

El concejal delegado del área de Desarrollo Económico local, Felipe David Benítez, anunció recientemente la puesta en marcha de diversas medidas para cooperar con el colectivo de agricultores afectados.

En esta línea, el concejal detalla que, entre otras cosas, se ha habilitado desde la pasada semana un contenedor frente a la Cooperativa de Papas de Benijos, para que todos los agricultores puedan depositar su producción afectada por el también conocido de manera popular como "bichillo".

Destruir las "bichadas"

Los agricultores deberán depositar en dicho contenedor las papas "bichadas ensacadas y, posteriormente, el ayuntamiento se hará cargo de trasladar toda la producción afectada a la planta de transferencia de residuos situada en el Polígono San Jerónimo", para su destrucción.

Desde esta Concejalía ya se ha comenzado a informar a los agricultores del municipio, "pues se apuesta de forma decidida por el sector primario de nuestro municipio", apostilla el edil.

"El objetivo de esta medida es evitar que se entierren estas papas afectadas en los terrenos de los agricultores o que se depositen en lugares no apropiados, previniendo así la masiva afección de esta plaga en futuras cosechas" de la zona, donde más producción se registra en la Isla. También con esta medida se pretende evitar nuevos focos de multiplicación de la polilla guatemalteca.

Esta iniciativa se toma teniendo en cuenta la importancia que tiene el sector primario, y en concreto, el de la papa, para los altos de La Orotava, pues son muchas las familias, sobre todo en la actualidad, que viven de la agricultura.

Asimismo se aprovecha para animar a la población a consumir productos locales de la tierra, "pues supone un verdadero sacrificio luchar y sacar adelante una explotación agraria, teniendo que combatir este año a dos fenómenos adversos: la situación económica y la escasez de agua de la lluvia.