"Parecemos tranquilos, pero la verdad es que estamos muy nerviosos porque se trata de un estreno absoluto y hasta que el teatro no se llene de gente y el público te diga que sí y que lo has hecho bien, no hay nada seguro. Existe siempre un poco de masoquismo antes de empezar otra vez, pero hemos hecho todo lo posible para ofrecer una gran producción de calidad al espectador". Son palabras de Jaime Azpilicueta, director de la nueva versión del clásico "My Fair Lady" ("el musical perfecto", como lo calificó The New York Times), que se preestrena hoy, a partir de las 19:00 horas, en el Auditorio de Tenerife. Será el inicio de un largo camino que, después de dejar la isla el próximo 9 de julio tras completar doce funciones, llevará al elenco encabezado por Paloma San Basilio y Juan Gea de gira durante un año por toda España.

"Tendremos la suerte de que esta noche (por anoche) contaremos con unos amigos que harán de público en un ensayo general con todo. No será el compromiso del estreno, pero sí nos enfrentaremos al respetable y conoceremos sus sensaciones", añadió Azpilicueta. Hay que recordar que las representaciones de hoy, mañana y pasado tienen la categoría de "preview", o sea, previas al estreno del día 3, y en ellas el director puede hacer matizaciones o correcciones en directo, llegando a parar incluso la función si fuera preciso.

El director donostiarra presentó ayer a la prensa tres fragmentos del espectáculo, ya con todos los "ingredientes", incluidos atrezzo, vestuario, escenografía y la coreografía de Goyo Montero.

En la primera pincelada, Elisa Doolitle, o sea Paloma San Basilio, cuenta y canta cuál es su ideal de felicidad en un número "tierno y agradable", según el director.

"Necesita poco -aclara Azpilicueta-, apenas un sofá, chocolate caliente y un hombre que la quiera para ser feliz, pero no es fácil tener eso". "Producción, decorado, vestuario.... - añade el "padre de la criatura"- Todo refleja la lucha entre la clase victoriana muy alta y la baja del Covent Garden. Shaw -George Bernard Shaw, autor del texto de la obra de teatro Pigmalión en el que se basa el montaje- era un genio y también un humorista que supo presentar este mundo de forma divertida".

Esa diversión quedó patente en el segundo número adelantado ayer, perteneciente a la cuarta y última parte del musical. El padre de Elisa, un golfo entrañable, se va a casar y le pide a sus compinches que lo lleven ya a la iglesia. A Alfred Doolittle le da vida el incombustible Joan Crosas, que repite junto a Paloma San Basilio respecto al elenco protagonista que estrenó el montaje en el teatro Coliseum de Madrid en 2001. "Este es uno de los mejores números del musical y yo me atrevería a decir que de todos los musicales", valora Azpilicueta.

Para cerrar el aperitivo, Paloma San Basilio deleitó con su voz en un número en el que Elisa declara que solo quiere bailar y ser feliz.

Azpilicueta puso en valor "el riguroso directo de las funciones. No hay ningún refuerzo sino nuestro propio esfuerzo. Todo gracias a este gran equipo que tenemos detrás porque un director no es nada sin una buena producción". Adelantó que "el final será diferente al de la película de 1964 y muy bonito". "Este es el musical completo, el musical de los musicales con números de conjunto e individuales inolvidables y reconocibles por todos que ya han pasado a la historia", concluyó.