Adobe ha anunciado que Android 4.1, Jelly Bean, no contará con una versión certificada de Flash Player. La compañía ha asegurado que, como había anticipado, su intención es centrarse en otras vías de desarrollo para Flash, dejando de lado el mundo móvil. Adobe se ha comprometido a mantener las actualizaciones de seguridad para los Android que tengan instalado Adobe Flash, que dejará de estar disponible para su descarga en el 15 de agosto.

La compatibilidad con contenidos Flash fue uno de los grandes atractivos de Android en sus primeras versiones. Frente a algunos de sus competidores, el sistema operativo de Google sí permitía la instalación de Flash Player, permitiendo una experiencia de navegación en Internet más similar a la de los PC.

Sin embargo, la ejecución de Flash no ha terminado de ser lo suficientemente positiva, generando bastantes problemas. Las constantes actualizaciones de la herramienta de Adobe, problemas de seguridad y recalentamiento en los terminales han hecho que Google decidiese prescindir de Flash. Desde Adobe respetaron la decisión de Google y en noviembre de 2011 ya anunciaron que dejarían de desarrollar versiones de Flash para los futuros Android.

Después de que Google anunciase Android 4.1, Jelly Bean, Adobe ha querido confirmar que definitivamente esa versión no contará con Flash Player. La compañía ha comentado que se trata de una decisión que ya había sido anticipada. De esta forma, los ingenieros de Adobe no han trabajado en una versión adaptada a Jelly Bean, que será la primera versión en no contar con Flash.

Además de confirmar que su herramienta no estará disponible para Jelly Bean, Adobe ha anunciado que retirará Flash Player de Google Play el próximo 15 de agosto. Esa es la fecha límite que tienen los usuarios de dispositivos Android anteriores a Jelly Bean para descargar, si lo desean, Flash Player. Pasada esa fecha tope, Adobe seguirá lanzando actualizaciones para los usuarios que tengan Flash instalado, pero no permitirá nuevas descargas.

El abandono de Flash en Android es una señal más de la victoria de HTML5, que se impone como lenguaje de programación. El futuro de Flash pasa por su desarrollo para los PC, dejando así el mundo móvil.