Rosana Arbelo está "viviendo un momento absolutamente espectacular" con la presentación de su último disco, "Buenos días, mundo", con el que opina ha tenido más éxito que con su "Lunas rotas", todo un fenómeno en su día en España, al agotarse las entradas de un concierto tras otro.

Recién regresada de una gira de seis meses por América en la demanda de sus seguidores la ha obligado a cantar "casi a diario, añadiendo conciertos en otros días o haciendo uno a las diez y otro a las ocho cuando no quedaban días", Rosana en seguir trabajando así este verano en España, donde ya tiene programadas con su público nueve citas entre julio y agosto que confía en ampliar.

Así lo ha avanzado la compositora canaria en una entrevista concedida antes del arranque de esa próxima gira de verano española, que, en principio, pasará por Madrid, el 13 y 14 de julio; Barcelona, el 4 de agosto; Lanzarote, el día 10 del mismo mes; Gran Canaria, el 11; Pontevedra, el 14; La Palma, el 16; El Hierro, el 17; y Tenerife, el 18.

Esa lista de lugares y fechas crecerá, "seguro", con el paso de los días, según ha dicho la cantante, que ha anticipado que, aunque no los haya anunciado aún oficialmente hasta tener disponibles todos los datos que cree necesarios, incluidos los puntos de venta de entradas habilitados en cada caso, tiene ya cerrados otros muchos conciertos que la obligarán a seguir en escena hasta fin de 2013.

Tras recorrer ya con "Buenos días, mundo" lugares como Miami, Bogotá, México DF o Quito, entre otros muchos, sus nuevos compromisos la llevarán por rincones de casi todo el planeta, según ha subrayado, al señalar que estará en todos los continentes "excepto en África, donde no hay ningún concierto previsto". Aunque también apostilla, prudente: "que yo sepa".

Y es que las posibilidades de recorrer el mundo que a esta música lanzaroteña le ha dado su éxito le han permitido comprobar cuántas cosas igualan a las personas a pesar de las distancias geográficas o culturales que puedan separarlas.

Algo que se nota aún más en circunstancias complejas como las actuales de crisis económica, en las que, aunque "en cada sitio se creen que solo les pasa allí, al viajar te das cuenta de que está pasando lo mismo en todo lados".

"En un sitio hay más paro que violencia y en otro más violencia que paro, o en otro hay más hambre que violencia, pero en todos hay dificultades", defiende.

Sin embargo, aclara que, incluso en momentos así, cuando "en todos los sitios del mundo está habiendo un momento frágil, de desesperanza general", ella ha querido mantener en este último trabajo suyo "un mensaje de esperanza, de fe en el ser humano sin límites".

Mensaje que expresa a través de trece canciones que ha calificado como otras tantas "verdades absolutamente sangradas y sentidas" y que dice haber compuesto "desde el sentido de la honestidad".

Y también convencida de que los problemas tienen solución si la gente llega, como le ocurre a ella, a "tener claro que todos somos muchos, pero juntos somos muchos más", apostilla.

Para plasmar en una grabación ese mensaje afirma que en "Buenos días, mundo", ha trabajado de forma similar a otros trabajos aunque introduciendo una novedad sustancial, un intento de "añadir al sonido del disco de estudio la energía del sonido del directo", un fin en aras del cual incluso ha buscado "qué micrófono usar para que cada instrumento sonara como quería".

Un factor que hará que sus seguidores identifiquen más claramente las canciones del disco en sus conciertos, dice, aunque matiza que no cree que su público tenga mucho problema para ello, porque en los conciertos que ya ha ofrecido por América "llegaba a países donde se acababa de sacar a la venta y ya se las sabían de memoria".

La oportunidad para formarse una opinión propia al respecto le llegará ya pronto al público de España, donde "Buenos días, mundo", comenzará a sonar en directo por los lugares ya anunciados y, probablemente, por otros varios más, dentro de unas pocas semanas.