La patronal de la banca (AEB) hizo público ayer un informe que confirma que, como sostiene el Gobierno, la recesión se agrava en España y adivierte de que la economía española debe afrontar aún retos de ajustes y saneamiento "sin precedentes", porque el año pasado la corrección del déficit fue a todas luces insuficiente.

El estudio económico-financiero correspondiente al primer semestre del año de AEB calcula que la economía se contrajo al menos un 0,4 % en el segundo trimestre del año, una décima más que en el primero. Eso llevaría a la economía española a acumular una caída del Producto Interior Bruto (PIB) del 1 % en términos interanuales.

Los frentes que requieren mayor atención son el "desorbitado" nivel de desempleo, el elevado déficit público, el alto grado de endeudamiento de los hogares y empresas y las dificultades de acceso a la financiación.

El informe recuerda que la economía española se ha visto profundamente afectada por la crisis de la deuda soberana y las fortalezas con las que partía la economía española, como la solidez de su banca o el bajo nivel de deuda pública no se han valorado.

De hecho, sostiene, ni siquiera algunas de las reformas estructurales puestas en marcha han servido para recuperar la confianza de los mercados, lo que ha hecho que la prima de riesgo haya seguido incrementándose hasta niveles desconocidos con el euro.

Por eso, la AEB sigue pensando que es necesario ahondar en las reformas para conseguir aumentar el potencial de crecimiento y de la economía española, y aboga, si es posible, por impulsar medidas con efecto inmediato, como es el caso de la liberalización de los horarios comerciales.

En cuanto al sector financiero, la patronal advierte de que la reforma "dista de haberse culminado" y pide nuevamente que no se empleen fondos para reflotar entidades inviables. Y teniendo en cuenta que el Estado ya se ha hecho con el control de varias entidades, la AEB incide en que se debe prestar especial atención para no alterar a la competencia.

Respecto a la consolidación presupuestaria, otro de los grandes retos de la economía española en el corto plazo, la banca elogia los esfuerzos del Gobierno, pero deja entrever que conseguir el objetivo del 5,3 % del PIB a cierre de 2012 será muy complicado. Una tesis que comparte el propio Ejecutivo. Si el pasado lunes el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, avanzó que habrá nuevas medidas, el ministro de Economía, Luis de Guindos, concretó ayer que llegarán en las próximas semanas. Los expertos dan por hecho una subida del IVA. Sin embargo, no se da por seguro que ello sirva para recuperar la confianza de los mercados, puesto que la AEB advierte de que lo que está sucediendo es que los inversores cuestionan la viabilidad de la Unión Monetaria y la capacidad de crecimiento de la economía española.

Entre tanto, el consejero delegado de Caixabank, Juan María Nin, aseguró ayer, durante una intervención en la Cámara de Comercio de Barcelona, que las condiciones que Bruselas impondrá a la banca española como consecuencia de la ayuda recibida serán "muy duras", ya que la apertura de una línea de crédito de hasta 100.000 millones es una medida pionera y "sienta precedente" en Europa.

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