De antemano quede presente: no seré yo quien defienda la gestión de la actual consejera de Agricultura y Política Territorial del Cabildo de La Gomera, doña Ventura del Carmen, simplemente no puedo mantenerme impasible ante unas declaraciones del máximo representante del Partido Popular en la isla y actual consejero del Cabildo Insular por la misma formación, D. Javier Trujillo.

El que fuera hasta hace unos años máximo responsable (conjuntamente con el presidente del Cabildo) del mantenimiento, mejora y desarrollo del sector primario en La Gomera, es decir, exconsejero de Agricultura, Ganadería y Pesca, manifestó en unas declaraciones en referencia a doña Ventura del Carmen: "Señora consejera, desde mi humilde opinión, la veo más competente de ganadera que como responsable del área del Territorio".

Me pregunto qué habrá querido decir el señor Trujillo. ¿Acaso que la consejera hubiera sido, es o fue una magnífica profesional de la ganadería y que al dedicarse a desarrollar el área de gobierno que representa está infravalorando sus capacidades? Mucho me temo que esas no han sido sus intenciones, y que con sus palabras ha querido denigrar una labor que yo, como profesional del sector primario, no puedo pasar por alto.

Por todos es sabido que un buen profesional, incluidos los del sector agropecuario en cualesquiera de sus vertientes, posee un amplio abanico de conocimientos obtenidos a través de la formación, la experiencia o ambos. Pero, además, hay que unirle espíritu de sacrificio, y una clara convicción profesional debido a la baja valoración que algunos tienen del sector como consecuencia de comentarios como el suyo.

Creo, señor Trujillo, que igual, después de ser muchos años representante de agricultores, ganaderos y pescadores, su subconsciente ha dejado bien a las claras su verdadera visión del sector ganadero. Duras, muy duras palabras para todos aquellos que constituyen el sector primario en la Isla.

Dicho esto, le animo a que siga defendiendo los intereses de los gomeros. , empezando por determinadas actitudes.

Luis Salvador Hernández Bethencourt

(Ingeniero agrónomo, especialista en Producción Animal)

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Estos son los fármacos que ha dejado de subvencionar la Seguridad Social, clara medida de extorsión de este funesto Gobierno, sobre todo a los jubilados, enfermos crónicos, oncológicos y recién nacidos, eliminando medicamentos cuyo efecto terapéutico está teóricamente superado y son los más baratos por otros más actuales y de mayor precio, afectando al siguiente espectro de enfermedades: deterioro cognitivo asociado a la edad, inflamaciones de origen traumático, tos, sequedad de vías respiratorias superiores (un gran grupo indicado para el tratamiento de resfriados), inflamación reumatoide leve, migraña, varices y hemorroides, diarrea, dermatitis del pañal, exceso de secreción gástrica (como el Almax)...

Como se observa, afectan a un gran abanico de pacientes mayores, en su mayoría de pocos recursos y ya castigados con la congelación de las pensiones por la subida del IRPF, el IBI, gas, luz, alimentos. Nos consuela la sabia recomendación de la ministra de Salud: volver a la medicina tradicional de las hierbas. ¿Significará esto que con las rebajas salariales en la Sanidad, forzando la marcha a lo privado, contratarán a chamanes para suplirlos en la SS?

Otro grupo no menos importante son los recién nacidos, al retirarles incluso una vacuna en tres dosis desde los 2 meses de edad. Cada dosis vale 70 euros, obligatoria y gratuita hasta el 30 de junio de 2012 (como el Neumococo 13v), que junto a la privatización de las escuelas infantiles, las subvenciones al comedor escolar y restricciones en los periodos de lactancia en las empresas, hacen cada vez más difícil la incorporación de la mujer al mundo laboral, estando a la cola de Europa en ayudas a la natalidad. Hasta en Rumanía dan dos años de baja laboral retribuida a las madres, y no es precisamente un país de economía boyante, como podría ser Suecia, Finlandia, Francia o Alemania.

Según dice este Gobierno de malhechores, es por ahorrar gastos y la creación de empleo.

José Enrique Centén Martín