La baronesa Thyssen, que hoy ha presentado en Sant Feliu de Guíxols el nuevo Espacio Carmen Thyssen, ha asegurado que no le da vergüenza haber vendido "La esclusa", de John Condestable, por casi 28 millones de euros.

"Para tomar esta decisión he tardado tres años", ha explicado Carmen Thyssen, quien ha insistido en que la crisis económica afecta a todos lo estratos sociales.

Thyssen, satisfecha por el récord de precio de venta conseguido por la obra de un pintor británico con "La esclusa", ha insistido en que se siente "tranquila" tras haberse desprendido de este cuadro.

La baronesa ha reiterado que la crítica de la hija del barón Thyssen, Francesca Thyssen, no le afecta y que ella también vendió cuadros de su padre tras su fallecimiento.

Carmen Thyssen también ha reiterado que no siente respeto por la opinión de Norman Rosenthal, el que fue patrono de la Fundación Colección Thyssen tras ser nombrado por Francesca, quien también ha criticado la venta de la obra de John Condestable.

La baronesa ha explicado además que, antes de acudir a la subasta, le ofreció a la exministra de Cultura Ángeles González-Sinde la posibilidad de que adquirir "el cuadro para España", pero que la crisis económica no lo hizo inviable, algo que se repitió en una posterior conversación con el ministro José Ignacio Vert.

En cualquier caso, Carmen Thyssen ha puntualizado que "las colecciones no se han destrozado con la venta de este cuadro", algo que, a su entender, se produciría si se desprendiese de otro.

Thyssen espera conocer ahora quien ha sido el comprador de "La esclusa", porque quiere saber el destino de lo que ha calificado como su "bebé", y le sugiere que lo exponga al público como hizo ella hasta ahora.