1.- Yo conocía a Jesús Fernández Gutiérrez desde los tiempos en que corría en bicicleta. Aún se sube a ella de vez en cuando, pero a los 75 años conserva un envidiable aspecto juvenil. Un atleta. Lo admiré mucho en las carreras ciclistas, a las que era yo aficionado. Me parece que los mejores corredores de estas islas eran él y los González Quintero, si la memoria no me falla. En un apresurado encuentro portuense, el otro día, no me dio tiempo de hablar con Jesús de las cosas del pasado, pero he aceptado la amable invitación que me ha hecho para almorzar en un frondoso jardín de palmeras exóticas que tiene en su casa, en compañía de un grupo de amigos. Jesús es persona de la que hay que aprender y, además, es un estudioso del comportamiento del que él llama "neomago". ¿Y quién es el "neomago"? Pues es el nuevo mago irrespetuoso, depredador del paisaje, responsable de la destrucción de las tradiciones, que desconoce la estética y que no construye, ni edifica, sino que "fabrica", dejándolo todo perdido.

2.- Pues, miren por dónde, que leyendo detenidamente un artículo de Jesús, ya publicado en la prensa, que él me facilita, me alegro de que alguien me acompañe en el estudio de los comportamientos del velillo. Por cierto, que este hombre, constructor respetuoso con las formas y con las normas, escribe muy bien y lo que leo suyo me ha gustado muchísimo. Incluso hace gala de un estilo muy pulido y directo. Reproduzco un párrafo especialmente acertado de un artículo de Jesús sobre el tema: "Un fenómeno que merece especial mención es el momento en el que un "neomago" sin preparación alguna asume responsabilidades políticas, principalmente alcaldías y concejalías, caso muy extendido en nuestra tierra y desgracia de nuestro paisaje".

3.- Tendré ocasión de seguir hablando con Jesús de éstos y de otros tipos el día del almuerzo, en torno a una buena mesa y a un buen champán, que uno ya está harto de horteradas y de conversaciones vanas y quiere revivir viejas glorias. Jesús es un buen conversador y me consta que siempre fue un hombre que ha estudiado los tipos humanos de estas islas. Ha vivido unos cuantos años y sabe perfectamente el terreno que pisa. Y ha hecho cosas tan hermosas en su profesión -y cito las últimas solamente- como la Calzada de Martiánez y la calle de Mequinez, ambas en el Puerto de la Cruz. Da gusto pasar por estas calles e imaginarnos lo bonito que sería toda la isla si se construyera siempre así. En fin, que utilizaré lo del "neomago" en mi próximo libro, en el que no he avanzado demasiado por el exceso de trabajo, ahora que no tenía que trabajar.

achaves@radioranilla.com