Los rectores del Banco Central Europeo (BCE) redujeron ayer los tipos de interés en la eurozona al 0,75%, el nivel más bajo de su historia, al recortar el precio del dinero en 25 puntos básicos para impulsar la economía y después de haberlos bajado o mantenido en sus 11 reuniones previas.

Su presidente, Mario Draghi, justificó esta decisión en que "algunos de los riesgos a la baja para el crecimiento económico identificados anteriormente se han materializado", y en que "el crecimiento económico en la eurozona continúa débil, con un aumento de la incertidumbre sobre la confianza y opinión".

El BCE prevé que la economía de los países de la divisa única europea se recuperará "lentamente de forma gradual a finales de año", mientras que Draghi afirmó que el BCE no tomó la decisión de forma coordinada con otras entidades monetarias.

El Consejo de Gobierno del BCE ha mantenido o bajado los tipos de interés en 59 ocasiones, de un total de 62 reuniones que mantuvo para tomar decisiones sobre el precio del dinero en la zona desde el desencadenamiento de la crisis financiera, durante el verano de 2007.

El BCE, desde que asumió la presidencia Mario Draghi, en noviembre de 2011, ha bajado los tipos en tres ocasiones y los ha mantenido en seis.

Draghi admitió que "la circulación del crédito es débil en la eurozona", aunque hay grandes diferencias entre los países de la moneda única. Draghi no anunció en la rueda de prensa nuevas medidas no convencionales de política monetaria, si bien el economista jefe de Commerzbank, Jörg Krämer, prevé que el BCE relajará más las condiciones para prestar dinero a los bancos y acometerá nuevas operaciones de inyección de liquidez a largo plazo, si la crisis financiera y económica empeora en los próximos meses.

La Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae) aplaudió la bajada de los tipos de interés, ya que propicia la caída del euríbor, pero dejó claro que para millones de familias "no tendrá ningún efecto" porque tienen "cláusulas suelo" en sus hipotecas. Las cláusulas suelo, que establecen un tipo mínimo que debe pagar el hipotecado, impiden a casi 4 millones de clientes beneficiarse de unos tipos de interés por debajo de ese umbral, según sus cálculos.