El presidente cubano, Raúl Castro, relajó hoy el estricto protocolo chino al confesar a los líderes de ese país que se había quedado afónico en la visita de Estado a Pekín, después de cantar melodías maoístas en un banquete ofrecido anoche por su homólogo Hu Jintao.

"Tengo la voz un poco tomada, tal vez porque canté ayer en el banquete con el presidente chino, así que por lo menos tengo la satisfacción de que fue con un noble propósito", bromeó con voz ronca Castro en el inicio de su encuentro con el viceprimer ministro Li Keqiang, ante la presencia del ministro de Exteriores, Yang Jiechi.

Castro entonó en ese banquete, celebrado ayer en el Gran Palacio del Pueblo (el mismo lugar donde hoy se reunió con Li) la célebre canción maoísta "El Este es Rojo", de la que Castro sabe la letra en mandarín, como ya ha demostrado en alguna otra ocasión, por ejemplo en La Habana, cuando la isla ha sido visitada por líderes comunistas chinos.

"Aprendí esa canción hace 60 años, cuando tenía 21, en un Congreso en Austria en 1953", rememoró el líder cubano en la reunión, celebrada en el salón Xinjiang del Gran Palacio del Pueblo, junto a la plaza de Tiananmen.

Castro siguió con sus nostálgicos recuerdos y rememoró que a aquel congreso en Austria (país que la traductora inicialmente confundió con Australia, aunque luego corrigió el error) sólo asistieron tres comunistas cubanos, cuando en la isla caribeña todavía no había triunfado la revolución castrista, cosa que sucedería seis años después.

"El Este es Rojo" es una de las canciones más famosas de alabanza a Mao, en ciertos momentos del régimen fue su himno nacional oficioso, y su popularidad se extendió a otros países de la órbita comunista, de manera similar a otros cantos marxistas como "La Internacional".

"El este es rojo, el sol sale, en China ha nacido un Mao Zedong", dice el primer verso de la canción, que también dio nombre a varias películas e incluso a los satélites que el país asiático ha lanzado al espacio en los últimos 40 años.