El volcán de El Hierro ha ofrecido a la ciencia la oportunidad largo tiempo buscada de generar un modelo para predecir cuáles serán los efectos sobre los ecosistemas marinos del cambio climático, al alterar drásticamente los mismos factores sobre los que inciden las emisiones de CO2.

La revista Scientific Reports, del grupo Nature, publicó ayer el primer artículo científico sobre los cambios provocados en el mar por la erupción submarina que comenzó el 10 de octubre de 2011 a 1,8 kilómetros de la costa sur de El Hierro, en el primer episodio de vulcanismo que tiene lugar en España en los últimos 40 años.

El trabajo, firmado por investigadores del Instituto Español de Oceanografía (IEO), la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y el Instituto Geográfico Nacional (IGN), describe los "dramáticos" cambios que la erupción produjo en el mar en parámetros como la temperatura, la acidez y la concentración de oxígeno en el agua.

Y llama la atención sobre el hecho de que esos tres factores son los mismos sobre los que actúa en el mar el cambio climático provocado por el hombre con sus emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, lo que hace de El Hierro "un laboratorio natural único" y a escala de lo que puede ocurrir en los océanos en el futuro.

"Esos tres factores que controlan básicamente todo el cambio climático global los estamos viendo en una zona muy restringida en nuestro pequeño laboratorio natural de El Hierro. Ponemos énfasis en la palabra natural porque se ha intentado muchas veces simular en laboratorio el efecto de estos tres factores en pequeños ecosistemas, pero nunca es igual", relató Eugenio Fraile, investigador del Centro Oceanográfico del IEO en Canarias.

Fraile recordó que las previsiones más aceptadas indican que en el próximos cien años el cambio climático elevará 0,6 grados la temperatura del agua en la superficie del mar, bajará entre 0,3 y 0,4 puntos su pH y reducirá entre un 1 y 7 por ciento la cantidad total de oxígeno en los océanos.

En El Hierro, al cabo tres meses de erupción, la temperatura del agua había subido 3 grados en un radio de 290 metros alrededor del cráter (y casi 19 grados directamente encima), el pH había caído 2,8 unidades debido a las emisiones de CO2 del volcán y la presencia de oxígeno en el agua había disminuido de forma drástica, hasta ser prácticamente nula entre 75 y 125 metros de profundidad.

Todas estas alteraciones ocurrieron además en un entorno, la Reserva Marina del Mar de Las Calmas, que los propios firmantes del artículo describen como "uno de los ecosistemas marinos más ricos y más sensibles de la región subtropical noroeste del Atlántico".

Las anomalías generadas en el agua por la erupción "tuvieron un gran impacto en las comunidades pelágicas", hasta el punto de que los equipos de sónar no detectaban "ningún banco de peces en el área afectada por el volcán" y también se comprobó que los fondos marinos quedaron cubiertos por un sustrato de lava y cenizas. En palabras de Eugenio Fraile, flora y la fauna "fueron aniquiladas". Este investigador subrayó que solo sobrevivieron los organismos con capacidad de adaptarse rápidamente: las bacterias y el plancton.

Además, se sostiene que lo ocurrido en El Hierro en los meses que duró la erupción ofrece una "foto futura" de cómo se pueden comportar los ecosistemas marinos ante tres de los factores más importantes del cambio climático.