Los empresarios de Francisco La Roche se están preparando para su particular travesía por el desierto. Pero, en este caso, el desierto se llama Vía Litoral.

A los efectos de la crisis económica, que llega a todos los sectores, hay que sumarle las obras. Unos trabajos que, aunque saben que mejorarán su situación, les tienen haciendo cuentas.

A partir del mes de septiembre comenzará a trabajarse en la acera que está pegada a los locales, lo que significa que todos ellos tendrán que prescindir de la terraza durante cerca de dos meses. Para la mayoría de estos locales quedarse sin terraza es un drama, ya que es uno de los principales reclamos para los clientes.

La avenida Francisco La Roche está pidiendo a gritos un arreglo. La acera está rota en toda su extensión y, además, presenta cierta suciedad. Los empresarios achacan esta suciedad a que no hay papeleras y a que la cuba, que solía pasar los fines de semana de madrugada, lleva cerca de un mes sin hacer acto de presencia.

Ellos barren y asean, incluso, con su propia manguera su zona, pero solicitan que se vuelva a la costumbre de la cuba,

Aunque en la zona resisten los históricos Manhattan y Arkaba, muchos locales de ocio han cerrado o se traspasan, dejando la zona llena de calvas que antes eran locales que animaban Francisco La Roche. Son cerca de seis locales los que han echado el cierre: teterías, locales de comida tradicional, una tienda de submarinismo...

"Aquí había 30 negocios hace un año", recuerda Julio Delgado, de "El Hombre bala", para añadir que de los que quedan "ninguno cubre gastos".

Más gestos

Pide al ayuntamiento más gestos hacia los empresario. como el de la deferencia de facilitarles un carril de aparcamientos mientras duren las obras de lunes a viernes, de 19:00 a 6:00 horas, y desde la 13:00 horas del sábado a las 7:00 horas del lunes.

Están elaborando varios proyectos para unificar las terrazas mediante marquesinas o veladores y Julio Delgado opina que el ayuntamiento podría apoyarles para que alguna marca comercial los patrocinase y así evitar un desembolso económio tan grande a los ya maltrechos empresarios.

Además, piden que se dinamice la zona mediante música, mediante talleres... Cada uno tiene su idea de cómo debería ser.

Sobre la música, aclaran que la normativa estipula que el máximo son 50 decibelios, un tope que supera solo el ruido del tráfico. Además, critican que llevan años intentando tener música en directo en la calle, pero no encuentran más que trabas administrativas. "Se trata de copiar lo que se hace en miles de ciudades de Europa, donde se respira cultura, explica Miguel Cabrera, del Arkaba.

Cabrera, que lleva 40 años con su negocio, ve con tristeza cómo ha pasado de siete empleados a dos y medio. "Que nos dejen trabajar y dinamicen", pide.

Julio también opina que se debería dar muchas más facilidades a los trabajadores en hostelería porque es el principal sector empresarial de Santa Cruz de Tenerife. Si ellos tienen trabajo, generan empleo y sus empleados disponen de un salario para gastarlo en otros sectores, argumenta.

Ellos ya han puesto en marcha varias iniciativas, como la instalación de un mercado artesamo, hinchables para los niños y talleres infantiles.

La instalación del mercado de artesanía el 9 de mayo fue un poco accidentada, ya que a pesar de tener permiso del ayuntamiento, el propio ayuntamiento ordenó quitarla "con los turistas comprando", según explicaron desde la asociación de empresarios de la Avenida Marítima.

No obstante, el mercadillo volvió a celebrarse en otra fecha, para paliar el malentido del primero de ellos, añadieron.

Los talleres infantiles siguen en marcha, todos los domingos de 11:00 a 14:00 horas

No todos los empresario tienen la misma visión sobre las iniciativas, pero los consultados por este periódico coinciden en que necesitan de la ayuda o permisidad del ayuntamiento para hacer algo. Lo que sea para sobrevivir a la crisis y a la Vía Litoral.