La Unión Progresista de Fiscales (UPF) ha manifestado hoy su rechazo e indignación ante la intención del Gobierno de privar a los funcionarios de la paga extra de Navidad en 2012.

En un comunicado, la UPF opina que esta medida, acompañada de la bajada de sueldos, la subida de los impuestos directos e indirectos y los recortes de los servicios públicos, aumenta el empobrecimiento de las clases más desfavorecidas.

La adopción de esta medida es "un acto irresponsable" porque contribuirá al estancamiento de la economía y a la paralización del consumo, según la UPF.

Esta organización considera que la supresión de una mensualidad legalmente reconocida como la paga extraordinaria del mes de diciembre para la función pública es "un ataque a los ciudadanos" que pierden derechos para procurar "indemnizaciones millonarias a la banca".

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció ayer en el Congreso que los funcionarios y altos cargos no cobrarán la paga de Navidad en 2012, pero que los empleados públicos la recuperarán como fondo de pensiones a partir 2015.