La tendencia a "reclamar por reclamar" de los alumnos que hacen la PAU en la Universidad de La Laguna (ULL) tiende a reducirse. Así lo constata el coordinador de la prueba de acceso en la institución académica, Dionisio Pérez, que se remite a las estadísticas elaboradas por el gabinete universitario de Análisis y Planificación (GAP) que apuntan a un ligero descenso de las reclamaciones por cuestiones formales y a un incremento paralelo de las solicitudes de doble corrección.

Según estos datos, 914 de los 3.780 estudiantes que se presentaron a la prueba -un 24% del total- pidieron una nueva corrección de alguno de sus exámenes. De ellos, un 28,2% -258- consiguieron que se les subiera la nota, mientras que a un 7,6% -70 alumnos- se les bajó.

En cuanto a las reclamaciones, prácticamente la mitad de los presentados -1.899- optaron por esta posibilidad, consistente en verificar que se han aplicado correctamente los criterios de evaluación y que el cálculo de la calificación no contiene errores. La popularidad de esta opción obedece al hecho de que no acarrea el riesgo de un descenso de la nota, como sí ocurre con la doble corrección, aunque también es cierto que el porcentaje de casos en que el resultado mejora tras la revisión es muy inferior, un 4,7%.

La ULL ha introducido un cambio este año en los criterios que venía utilizando hasta el curso pasado, cuando los alumnos que reclamaban también conseguían una nueva corrección de sus pruebas.

Lo que ha hecho el centro es aplicar la literalidad del real decreto que regula la PAU, que establece que "los ejercicios sobre los que se haya presentado la solicitud de reclamación serán revisados con el objeto de verificar que todas las cuestiones han sido evaluadas y lo han sido con una correcta aplicación de los criterios generales de evaluación y específicos de corrección, así como la comprobación de que no existen errores materiales en el proceso del cálculo de la calificación final", mientras que en aquellos de los que se ha pedido una doble corrección serán corregidos por un profesor especialista distinto al que realizó la primera corrección. La primera opción excluye la segunda.

"No es que antes se hiciera mal, porque cabían interpretaciones, pero de esta manera nos ajustamos más al real decreto y a lo que hace la mayor parte de las universidades del país", explica el coordinador de la prueba de acceso en la ULL. Pérez sostiene que los orientadores y los centros educativos fueron informados de la modificación, aunque lo cierto es que se han producido algunas protestas entre el alumnado.

Cuando se examinan los datos del GAP se comprueba que los estudiantes que han cursado Bachillerato de Ciencias y Tecnología son los que presentan más solicitudes de doble corrección -casi un 30% lo hace- y más reclamaciones -un 58%-, en tanto que quienes recurren a estas opciones en menor medida son los alumnos de Artes Plásticas, Imagen y Diseño, con un 14% de dobles correcciones y un 33% de reclamaciones.