No todas las personas conocen la existencia de las múltiples aves que habitan en el entorno canario. El águila pescadora no solo es una de ellas, sino que su singularidad y su escaso número en el Archipiélago la hace muy especial. Tanto, que ha dado lugar a una profunda y sentida investigación de cuatro ornitólogos isleños que, incluso, han logrado reflejar su análisis en una prestigiosa revista especializada inglesa en la fauna salvaje (Wildlife Biology).

También conocida como guincho, esta especie es uno de los referentes de las Islas cuando hablamos de su avifauna. El castaño y blanco son los colores que priman en este rapaz sorprendente. Fácil de reconocer por su larga y estrecha cola, además de por sus alas anguladas, de su cara destacan sus ojos amarillos, su pico ganchudo y su antifaz marrón como tres de sus rasgos más identificativos.

Esta ave suele deambular y nidificar en los ambiente acuáticos, construyendo sus nidos, en el caso de Canarias, en los acantilados marinos. En las Islas, se cuenta solo con catorce parejas controladas en El Hierro, La Gomera, Tenerife, Lanzarote, Alegranza y Montaña Clara.

Su escaso número y, por ende, los riesgos de extinción hacen que se le incluya en la categoría de "vulnerable" en los catálogos nacionales y, también, regionales ante el peligro de que se pierda para siempre.

¿Qué comen los guinchos? La respuesta la da en la citada investigación este equipo de ornitólogos tinerfeños compuesto por Manuel Siverio, Beneharo Rodríguez, Airam Rodríguez y Felipe Siverio, quienes estudiaron su dieta de forma detenida. Entre 2003 y 2007, estos investigadores decidieron recoger en el periodo de final de cría restos de las presas, como aletas, espinas, opérculos o escamas que componen su dieta y que hallaron en los distintos nidos encontrados en La Gomera, Tenerife y el Archipiélago Chinijo.

No obstante, detenerse solo en el periodo de cría no fue suficiente para los expertos. La investigación se extendió más allá de los territorios habituales y de esta etapa de puesta, recopilando gran cantidad de restos de presas de Tenerife y Gran Canaria, no solo de guinchos locales, sino migrantes continentales.

La investigación llevó a determinar que el águila pescadora consume 16 especies distintas de peces, cifra similar a la que se da entre otras poblaciones de zonas subtropicales. Las agujas y peces voladores son el alimento principal de los guinchos que están criando y las carpas comunes y carpines dorados son las especies más depredadas fuera de su periodo de reproducción.

Las diferencias temporales y espaciales de la dieta de estos rapaces se ven afectadas por factores como la presión humana y las características del hábitat marino que diversifican la fauna piscícola de Canarias.

Para los investigadores, en su trabajo resultó muy relevante Francisco M. González, no solo por ofrecer su embarcación, sino por el apoyo continuo que les mostró. Según subrayan, un estudio de esta índole tampoco podría haber llegado a su meta sin la ayuda de varias personas y entidades, que han aportado sus análisis para resolver diversas dudas.