"SE CREARÁN corporaciones administrativas denominadas cabildos en cada una de las siete islas que forman el Archipiélago canario", apunta literalmente el artículo 5 de la ley a través de la que se constituyen las Corporaciones insulares. Corría el año 1912 y la norma entró en vigor el 11 de julio. Esta semana se cumplió, por tanto, un centenario desde aquel primer arranque, que con el paso del tiempo se ha demostrado certero y eficaz para la defensa de la isla, sus habitantes y, sobre todo, para el equilibrio de nuestra comunidad autónoma.

En todos los actos celebrados para conmemorar el nacimiento de los Cabildos, incluido el pleno extraordinario del Cabildo de La Gomera el mismo día 11, ha quedado patente el acierto de aquel comienzo, que marcó la mayoría de edad de todas y cada una de las mal llamadas islas menores -hasta entonces solo tenían representantes en las Cortes y podían administrarse por sí mismas Tenerife y Gran Canaria-.

Los Cabildos trajeron igualdad para todos los canarios, y ni siquiera en estos tiempos de reformas y de obligados recortes de la administración pública es posible cuestionar su existencia, sus funciones y su operatividad. Han sido tantos los logros de las instituciones insulares que bien podemos hablar de cien años cargados de razones para estar y para seguir estando.

Uno de los más recientes avances se produjo precisamente coincidiendo con el aniversario, pues, tras una ardua tarea promovida por el Cabildo, La Gomera recibió el pasado 11 de julio el nombramiento oficial como Reserva de la Biosfera.

El nuevo reconocimiento de la Unesco abre nuevas vías de financiación para programas de conservación y protección del medio ambiente, además de incrementar y reforzar los atractivos que nos diferencian y nos permiten mantener el turismo como principal motor económico de la Isla.

Son muchas las ventajas de este reconocimiento, conseguido justo un siglo después de aquel 11 de julio de 1912 con la Ley de Cabildos, que vino a favorecer la cohesión territorial de Canarias, y ante la que la única modificación que cabe no es reducir y sí ampliar las competencias que actualmente tienen las corporaciones insulares.

Los Cabildos han contribuido a la cohesión territorial de Canarias, y son garantes de la estabilidad política del Archipiélago. Pero es que, además, la normativa a la que se debe su nacimiento los define como los representantes del gobierno en cada una de las islas. ¿Se está cumpliendo este mandato?

Si de adelgazar la administración se trata, ¿por qué no suprimimos oficinas y delegaciones de otras instituciones, dejando a los Cabildos el papel que verdaderamente les corresponde? ¿Por qué no un gobierno autonómico que vele por el cumplimiento de los servicios básicos y transferir recursos a los Cabildos para que ejerzan con garantías las competencias?

La celebración del centenario de los Cabildos es, sin duda, una magnífica ocasión para reflexionar sobre la realidad de unas y otras corporaciones; tomar consciencia y progresar en el camino más conveniente. Así se recoge en un acuerdo institucional aprobado en el pleno extraordinario por la institución insular gomera, que se sumará a todos los actos que se organicen con motivo de este primer centenario.

Ya se ha acordado que la 53 edición de las Jornadas Colombinas hará una referencia especial a la creación y trayectoria de los Cabildos y, en base a la decisión adoptada por la Federación Canaria de Islas (Fecai), también se participarán en las siete sesiones que habrá en cada isla para abordar temas como los Cabildos y el territorio, su financiación, el ámbito competencial, la construcción cultural de Canarias, la participación ciudadana y la democracia digital o el modelo de desarrollo económico de Canarias.

No faltará tampoco una "cumbre" de presidentes, que tendrá como objetivo analizar el papel presente y futuro de los cabildos insulares. El debate está servido; una vez más, los Cabildos impulsan el desarrollo de un nuevo modelo y en los próximos meses se conocerán las conclusiones.