Menús diarios, equilibrados y saludables. Durante el verano, el cuerpo humano necesita alimentos con mucho líquido para hidratar nuestras células de forma continua.

Los vegetales y su aporte de vitaminas nos permiten sacar partido de la gran cantidad de sol que disfrutamos estando más tiempo al aire libre, la playa... e incrementando nuestras defensas frente a los excesos veraniegos.

Además, una dieta de menús sanos a base de vegetales y frutas de temporada ayudará a controlar el peso.

Lo mejor es recurrir a bebidas refrescantes: un buen zumo de tomate, de zanahoria... ambos hidratan y tienen antioxidantes y componentes (sodio, minerales, vitaminas A y C) que nos ayudan a sacar beneficio y protegernos del sol. En general, los vegetales hacen una magnífica función durante el verano. Incluso una buena cerveza de vez en cuando no está mal.

En la misma línea que lo anterior, se puede ingerir más líquido con nuestro rico gazpacho o una vichyssoise (crema de puerros).

En su defecto, es obligatoria para el verano una ensalada; por ejemplo, también son ideales para esta época unos "crudités" o un plato vegetariano de verduras y hortalizas con vinagretas ligeras.

El segundo plato debe depender del tipo de día. Aquellos días con mucha actividad (ejercicio en la playa, etc.) se puede recurrir a pastas o a un arroz.

Si se toman carnes o pescados aconsejamos hacerlos con salsas ligeras o mejor de forma sencilla (a la plancha, al horno). Y una guarnición verde o ligera a base de vegetales.

Lo mejor para el verano son las frutas de verano ricas en líquidos: sandía, melón, melocotones, ciruelas, piñas, albaricoques... Son frutas de temporada de julio, agosto, septiembre... Si se prefiere algo dulce, se aconsejan los riquísimos sorbetes de frutas. También son muy apropiadas las macedonias de frutas (tropicales; piña y naranja; melocotones y otras frutas blancas).