El Fondo Monetario Internacional (FMI) aseguró ayer que la crisis de la eurozona ha alcanzado "un punto crítico" en el que es necesario implementar medidas para romper el vínculo negativo entre bancos débiles y deuda soberana.

La institución multilateral pronosticó que este año la región caerá en la recesión con una contracción del 0,3%, y se recuperará en 2013 con una subida del Producto Interior Bruto (PIB) en términos reales del 0,7%. Pero para que se cumplan estos objetivos y pese a que "la crisis se ha intensificado", el Fondo considera esencial que se "reduzca el coste de la deuda soberana" y se rompa el vínculo de ésta con los bancos con problemas.