El barrio de Las Aguas, en San Juan de la Rambla, se las prometía felices en 2006. Seis años después, la piscina pública que tantos visitantes atraía entonces está hecha una ruina, y tampoco hay ni rastro de la playa de arena de 250 metros de largo y 30 de ancho que Costas pretendía crear en la zona. Nunca llegaron los casi cinco millones de euros de inversión para transformar este coqueto rincón de la costa norteña. El presente, sin playa ni piscina, es mucho peor que el pasado.

Sin inversiones a la vista, tampoco parece probable que Las Aguas recupere pronto ninguna zona de baño. A largo plazo, el grupo de gobierno (PSC-PP) no pierde la esperanza de que se ejecute alguna actuación en la costa. La alcaldesa, la socialista Fidela Velázquez, asegura que el ayuntamiento no renuncia al proyecto inicial de la playa, "que tuvo un informe ambiental negativo del Gobierno canario". Por si acaso, el consistorio también trabaja en una alternativa, con menos de la mitad de presupuesto, para crear una pequeña cala sin dique ni arena de machaqueo.

Velázquez culpa al anterior gobierno municipal (AIS-CC) de que el proyecto de la playa "siga durmiendo el sueño de los justos en Madrid". El exedil nacionalista de Urbanismo Marco Antonio Abreu opina que los culpables están en el actual gobierno (PSC-PP): "Aquella playa se perdió por intereses políticos y por la desidia de los actuales gobernantes".

La playa de Las Aguas, que contaba con financiación en los presupuestos generales del Estado, incluía la eliminación de la piscina municipal, la demolición de cuatro edificaciones ubicadas en primera línea, la creación de un paseo peatonal de medio kilómetro, la construcción de un dique de protección de cien metros y una cala de arena gruesa, procedente del machaqueo de rocas de la zona, de 250 metros de largo por 30 de ancho. Hace más de dos años que debería estar terminada.

Respecto a la piscina pública, cerrada desde principios de 2010, Velázquez asegura que "siempre estuvo funcionando de forma ilegal, puesto que la concesión no cumplía las condiciones de Costas. En la actualidad está en un estado ruinoso, con instalaciones deterioradas y obsoletas, y dos grandes socavones creados por el mar en sus cimientos. Hemos heredado una ruina".

La alcaldesa considera que "si la piscina no hubiera sido abandonada por completo, se podría haber recuperado. Hoy por hoy, la inversión para repararla y ponerla en condiciones de uso sería demasiado elevada".

Abreu tampoco comparte esta visión de Velázquez sobre la piscina y afirma que "se cerró a principios de 2010 porque concluyó la concesión administrativa y nadie quiso asumir su gestión debido a que existía el proyecto de demolerla para crear la playa".

Respecto a la posible ilegalidad de la instalación, Abreu subraya que "eso es un disparate" y se pregunta: "¿Si era ilegal cómo es que tanto el Gobierno canario como el Cabildo subvencionaron actuaciones de mejora en la piscina?".

En lo que sí coinciden Abreu y Velázquez es en la esperanza de que Las Aguas pueda contar con una zona de baño en el futuro. La alcaldesa insiste en que su gobierno trabaja para "promover un proyecto que sea atractivo para la iniciativa privada, ya que desde Costas nos han aclarado que no hay ni un euro previsto para el litoral de San Juan de la Rambla".