El presidente catalán, Artur Mas, ha hecho hoy un llamamiento al Parlament y al conjunto de Cataluña a "cerrar filas" en defensa del pacto fiscal, porque este es "el mejor momento" para intentar obtenerlo: "Ahora o nunca", ha proclamado.

Con un discurso de justo una hora, Mas ha abierto hoy el pleno extraordinario sobre el pacto fiscal, con una apelación a no dejar escapar esta oportunidad, porque en caso de conseguir el objetivo de un modelo de financiación diferenciado, Cataluña podría resolver sus problemas económicos y ayudaría, de paso, a toda España a salir de la crisis.

Lejos de hacer caso a quienes consideran inoportuno debatir sobre el pacto fiscal cuando el paro sigue en cifras récord y los mercados no dan tregua a las finanzas del país, Mas ha argumentado que es precisamente por esta situación crítica que Cataluña necesita más que nunca reducir de una vez su déficit fiscal con el Estado.

Mas ha ofrecido nueve razones para justificar la urgencia del pacto fiscal: para empezar, los catalanes, en caso de poder disponer de los recursos que generan, podrían vivir "mucho mejor que ahora".

Además, el déficit fiscal de Cataluña es "insostenible" y aún más con la actual crisis, Cataluña pierde sistemáticamente posiciones en el ránking de renta per cápita tras hacer su aportación solidaria, sigue dependiendo en buena parte del Estado para atender sus pagos, sus amplias competencias no concuerdan con su limitada capacidad de ingresos y se ha comprobado que no sirve de nada hacer "evolucionar" el actual "café para todos" autonómico.

Sus otras razones para reclamar un cambio de modelo son que las transferencias solidarias de Cataluña "no han servido" para que los territorios más rezagados hayan progresado significativamente en su capacidad de producir riqueza, el rendimiento del actual sistema sigue lejos de los beneficios que ofrece el concierto vasco y no se puede admitir que la locomotora económica de Cataluña, que podría "tirar del carro" español, siga siendo "penalizado" fiscalmente.

Mas ha dicho ser consciente de la "enorme dificultad" de que su propuesta de pacto fiscal -que daría a Cataluña una soberanía fiscal similar al País Vasco o Navarra aunque manteniendo una aportación a la solidaridad interterritorial- sea aceptada por el Ejecutivo central, pero esos obstáculos no deben "excusa" para tirar la toalla.

De cara a la "batalla política" que se avecina en la negociación del pacto fiscal en Madrid, ha recalcado, Cataluña necesita "cerrar filas" a favor del proyecto, con la máxima unidad y consenso.

Artur Mas ha advertido de que, si el gobierno español quiere desvirtuar el pacto fiscal, Cataluña podrá decir que el proyecto "no se toca" y "se derivarán consecuencias de gran calado dentro de Cataluña y en la relación entre Cataluña y el conjunto del Estado español".

Asimismo, ha insistido en la necesidad perentoria de plantearlo "no más tarde que ahora", porque es "probablemente el mejor momento para hacer un planteamiento así", si bien se ha mostrado abierto a acordar un "calendario" para que los beneficios del nuevo modelo se pospongan un tiempo, hasta que haya pasado lo peor de la crisis.

En un momento en que "España está bajo la mirada de desconfianza" de todo el mundo, Cataluña tiene la oportunidad de "hacerse valer" y poner de relieve su "perfil propio", con un proyecto claro, que no parecen tener ni el Estado español ni la propia Unión Europea.

"Ahora o nunca. El nunca no nos lo podemos permitir. Tenemos la mejor coyuntura para tirarlo adelante", ha afirmado el ''president'', que ha subrayado que no reclama "una donación, sino un trato justo para que Cataluña pueda cumplir su función de máquina de arrastre".

A escasas horas de que se vote la propuesta de pacto fiscal, que cuenta ya con el apoyo de CiU, ICV-EUiA, ERC y, en buena parte, del PSC, Mas ha llamado a unir fuerzas, como en su día se hizo con otra "operación de gran éxito colectivo": los Juegos Olímpicos de 1992.

En la sesión solemne de hoy, la tribuna de invitados del hemiciclo ha registrado un lleno absoluto, con la presencia del expresidente catalán Jordi Pujol, los expresidentes del Parlament Joan Rigol y Ernest Benach, además de autoridades institucionales y políticas y representantes de la sociedad civil catalana, aunque no han acudido Pasqual Maragall ni el hoy senador José Montilla.