Miembros de la directiva de la asociación de vecinos del barrio lagunero de San Roque denuncian que unos 20 dragos amenazan con secarse, debido a la falta de atención por parte del área de Servicios Municipales del Ayuntamiento de La Laguna.

Los dragos no han sido regados como se merecen y están rodeados de mucha maleza, con predominio de las zarzas, debido, según los vecinos, "a la dejación de los responsables políticos municipales, que ponen en peligro el esfuerzo realizado en su día para crear un jardín de dragos que, de seguir en la misma situación de olvido, supondría una pérdida importante y criticable por tratarse de un tipo de árbol autóctono y protegido por el Gobierno de Canarias".

Es de destacar que algunos dragos ya se han secado y, a modo de recuerdo, sus troncos aparecen apilados a un lado del camino, presentando una imagen antiestética y de falta de interés por parte del ayuntamiento, ya que, como precisan los vecinos, "lo correcto es que ya se hubieran llevado los residuos de los mencionados ejemplares".

Los dragos se localizan a la mano derecha, en sentido ascendente, del camino de San Diego que conduce a la iglesia, y donde el ayuntamiento acomete obras de reparación de la citada vía, que amenaza con desplomarse en parte al ceder el pavimento. En la actualidad se está trabajando en un muro de contención, realizado con piedras de cantería, trabajadas al estilo tradicional.

Las obras van bastante lentas y los vecinos temen que lleguen las fiestas de San Roque y el camino no haya sido terminado, lo que repercutiría negativamente en los que, como es tradición, acuden cada año a visitar al santo. También, al estar abierto el camino, en uno de sus tramos, motiva problemas a los vecinos a la hora de acceder o salir de sus viviendas con sus vehículos en la parte afectada.

Los dragos se encuentran en el tramo de la ladera donde el Cabildo Insular de Tenerife y el Ayuntamiento de La Laguna anunciaron hace 8 años y 9 meses que construirían un jardín botánico de plantas medicinales y aromáticas, de carácter lúdico y docente, que, como resaltan los vecinos, "se ha quedado en una promesa más de las que nuestros políticos nos tienen acostumbrados, ilusionando para luego dejarlo todo en el olvido".

Este parque fue una antigua ilusión del fallecido doctor Antonio González, quien en vida llegó a reunirse en la misma montaña de San Roque con la alcaldesa de La Laguna de aquel entonces, Ana Oramas, y el presidente del Cabildo, Ricardo Melchior.

El proyecto contemplaba que el jardín ocuparía una superficie de 60.000 metros cuadrados en las laderas de San Roque y tendría una función docente, de educación medioambiental y paisajística, a través de la que se procurará la difusión de valores respecto al entorno natural y la inculcación del respeto a la biodiversidad floral aromática y medicinal no sólo de Canarias, sino de Iberoamérica.