Las explicaciones de la Consejería de Educación -que alega que ningún profesor interino que haya trabajado este curso se quedará sin hacerlo el próximo- no convencen a la mayoría de organizaciones de docentes, padres y alumnos.

Los sindicatos CCOO, Insucan y UGT, la federación de asociaciones de padres de Tenerife (Fitapa) y la Unión de Estudiantes de Canarias (Udeca) sostuvieron ayer que el sistema educativo público contará con 870 profesionales de la enseñanza menos, una cifra que, además de los interinos que no renovarán su contrato, incluye al profesorado jubilado, cuyas plazas previsiblemente no se cubrirán, tal y como ha reconocido el propio Ejecutivo regional.

En el cuerpo de maestros -educación Infantil y Primaria-, la reducción será de 230 efectivos, según los cálculos de estos colectivos, mientras que en el resto de niveles -ESO, Bachillerato, Formación Profesional y otros- "la situación es peor" y habrá 640 profesores menos.

En este segundo caso, la disminución se debe, argumentaron, al aumento de alumnos que debe atender un mismo docente y la ampliación del horario lectivo. Se trata de medidas impuestas por el Ministerio de Educación a las que el consejero canario, José Miguel Pérez, "se ha sumado sin plantear enfrentamiento alguno", se lamentó José Ramón Barroso, de CCOO.

Además, a 628 trabajadores que tenían destino definitivo se les ha suprimido su plaza, "por lo que son numerosos los casos de familias que verán empeorar su situación al tenerse que desplazar uno de sus miembros a una isla distinta de la residencia de la unidad familiar", denunciaron.

La pérdida de puestos de trabajo, el empeoramiento de la atención al alumnado y la falta de oposición a los recortes decretados desde el Gobierno central son los motivos por los que estas organizaciones se sienten "terriblemente engañadas" por el equipo que dirige la Consejería de Educación.

En este sentido, José Ángel Amador, de Docentes de Canarias-Insucan, llegó a exigir el cese de la directora general de Ordenación, Innovación y Promoción Educativa, Georgina Molina, quien, a su juicio, "ha empeorado las condiciones de la enseñanza" en las Islas. "El recorte de las plantillas es brutal, y el número de alumnos se mantiene", señaló Amador, quien advirtió de que los principales perjudicados serán los alumnos.