Las arañas son las protagonistas de una exposición que se inaugura mañana en el museo de Historia Natural de Nueva York, en la que el visitante puede adentrarse en los secretos y curiosidades que se esconden tras la tela que tejen estos arácnidos, a veces desconocidos.

"En esta exhibición presentamos algunas de las criaturas más fascinantes y exóticas del planeta, que tienen mucho que enseñarnos sobre la diversidad de la vida, la fragilidad de los sistemas naturales y nuestra responsabilidad para con la Tierra", dijo la presidenta del Museo de Historia Natural, Ellen Futter, en un comunicado.

Para ello, la exposición muestra una veintena de especies de arañas, con ejemplares vivos, con el fin de que se pueda apreciar su anatomía, su comportamiento y sus características.

Entre ellas, figuran tarántulas de colores tan intensos "como los de un pájaro tropical", la araña lobo, la pescadora, el escorpión más grande de Norteamérica, otra conocida coloquialmente como "Goliat comedora de pájaros" que se alimenta a base de serpientes, ratones o ranas, o aquella en la que se inspiró E.B. White para escribir su clásico infantil "Charlotte''s Web".

Ésta es sólo una pequeña muestra de las 43.000 especies de arañas identificadas hasta la fecha en todos los continentes excepto en la Antártida, y los científicos suponen que en el mundo existen otras tantas todavía por descubrir, en ecosistemas diversos que van desde los desiertos a la selva, pasando por las ciudades.

La exposición destierra algunas creencias erróneas, como que las arañas son insectos, y desvela que sólo la mitad de las especies conocidas producen seda, así como que muchas no poseen veneno.

Además, pone de relieve las cualidades que pese a su, a veces, mala fama, las hacen tan valiosas para el equilibrio natural, como su condición de depredadoras de insectos, sin la cual estas poblaciones se descontrolarían.

Las arañas, arácnidos al igual que los escorpiones o los ácaros, pueblan la Tierra desde hace más de 300 millones de años.

A lo largo de la historia han inspirado al poeta romano Ovidio, a la artista Louise Bourgeois, una de cuyas esculturas preside la entrada de la exposición, y en ellas se basan los poderes de uno de los superhéroes de cómic más famosos de todos los tiempos: Spiderman.

En la muestra, que permanecerá abierta hasta el 2 de diciembre, también puede encontrarse un modelo de araña trepadora cincuenta veces más grande que en la vida real, el prototipo de un robot que emula a estos animales, o el fósil de una de ellas, conservado en piedra caliza, con más de 100 millones de años de antigüedad.