La ciudad celebró ayer el 516 aniversario de su fundación de forma diferente a otras ediciones, ya que, en el salón de plenos, se firmó la Declaración de La Laguna por la Convivencia, con el claro objetivo de entender el civismo como una muestra de responsabilidad y de afecto y donde a la hora de las infracciones, en determinados casos, se apuesta por trabajos en beneficio de la comunidad antes que por la multa.

El acto institucional comprendió intervenciones de los representantes de los diferentes partidos políticos de la corporación lagunera, firma oficial de la Declaración de La Laguna por la Convivencia y palabras del alcalde.

Fernando Clavijo destacó, con respecto al citado documento, "que cualquier sociedad evolucionada debe tener entre sus prioridades la convivencia y el entendimiento entre sus ciudadanos. Esa es la premisa básica para avanzar de manera muy especial en momentos difíciles como los que nos está tocando vivir, en los que se está haciendo aún más acusada la pérdida de valores que nos transmitieron nuestros antecesores y que tenemos la responsabilidad, como pueblo, de transmitir a las generaciones futuras".

El alcalde valoró la Declaración por entender que "es mucho más que un código ciudadano, puesto que engloba todos los aspectos que habitualmente han generado desacuerdos entre los vecinos y cuya resolución aborda este documento".

La importancia de la Declaración de La Laguna por la Convivencia es el resultado del consenso de todos los agentes sociales del municipio, lo que, según Fernando Clavijo, "es el modo en el que poder desarrollarnos en libertad y, a la vez, con pleno respeto a la dignidad y a los derechos de los demás".

Procesión e historia

Sobre las 19:00 horas, en la iglesia del monasterio de Santa Clara, dio comienzo una función religiosa, al término de la cual la imagen del patrón de La Laguna, San Cristóbal, recorrió la ciudad en procesión, con miembros de la corporación con el alcalde, Fernando Clavijo, al frente.

Sobre la historia de la ciudad cabe destacar que Alonso Fernández de Lugo venció en julio de 1496 la última resistencia guanche en El Realejo, dando por concluida la conquista de Tenerife e incorporando La Laguna desde ese momento a la Corona de Castilla.

El primer asentamiento tuvo lugar en la zona donde hoy se eleva la iglesia de La Concepción, edificándose casas y una pequeña capilla. El casco histórico de la ciudad quedó configurado a finales del siglo XVI. En 1515 La Laguna contaba con una población de unos 3.000 vecinos. En 1510 la reina Doña Juana "La Loca" concedió el escudo de armas de la Ciudad.