El nombre de Antonio Alarcó apareció en muchas de las quinielas elaboradas tanto de cara al congreso regional del PP en Canarias como para el celebrado hace una semana por este partido en Tenerife. En el primer caso se le llegó a situar como número "dos" de José Manuel Soria; en el segundo, entre los candidatos a ocupar la Secretaría Insular que desde el pasado sábado desempeña su compañero Pedro Suárez.

Al final -él dice estar "encantado", pues le han puesto "de candidato a todo"-, el resultado arrojado por los distintos congresos no se ajustó a las expectativas que se habían generado sobre el futuro de este cirujano "apasionado por la política que -subraya- tiene la suerte de estar en ella sin necesidad", pues su situación económica le da "una independencia enorme", algo que no está al alcance de la mayoría de los políticos, tanto canarios como a nivel nacional.

Quizás por esto último no se cansa de repetir que una de sus principales cualidades es la de ser una persona "leal, que no servil".

Según apunta, es "más útil siendo coordinador regional de Política Nacional y vicesecretario insular que otra cosa. Estoy a disposición del partido, como senador y portavoz del Cabildo de Tenerife; cada uno en su sitio", recalca.

Sea por necesidad o sea por virtud -"no tengo tiempo para estar en movimientos, sino para la colaboración", asegura- lo cierto es que después de diez años "en política", Alarcó se muestra satisfecho con su actual situación en el PP, lo que contrasta con su preocupación por lo que le está pasando a este país con tanto ajuste y recorte.

El portavoz del PP en el Cabildo de Tenerife es de los que piensan que a su partido, y fundamentalmente al Gobierno que preside Mariano Rajoy, le está fallando la comunicación y aboga por lanzar "mensajes claros, con preparación, no solo fruto de la buena voluntad".

En esta línea, Alarcó estima que es muy importante "reconocer los errores, recuperar la transparencia, no como un simple lema, y evaluarse continuamente".

Proyectos vitales

"Nos ha tocado administrar la peor situación posible, resultado de una nefasta e inconsciente política", y por el camino se están "destruyendo muchos proyectos vitales", apunta el senador popular, a la vez que apuesta por "un gran pacto social y político, dejando a un lado lo que nos separa".

Alarcó dice comprender que "la ciudadanía esté cabreada", pero insiste en una idea que su partido no se cansa de exponer: "El PP ha tenido que hacer lo contrario de lo que quería".

A lo largo de la conversación, el senador popular reitera que en estos momentos "hay que ser muy humildes, dadas las circunstancias que nos han tocado vivir", y se muestra convencido de que es necesario reducir "la marca de lo público", incluyendo la sanidad, donde es preciso efectuar "reajustes importantes".

En su opinión, "el hecho autonómico es irreversible", pero no le cabe ninguna duda de que está "sobredimensionado", pues nos hemos comportado como "nuevos ricos". Ahora, explica, se trata de "hacer viable algo que hoy es inviable". Y por si no quedara claro, pregunta: "¿Quién pone más en peligro el Estado de bienestar?, ¿quién no paga la deuda que genera o el que la paga y lo redimensiona?".

Para hacer frente a esta situación, Alarcó tiene claro que la política necesita profesionales preparados, algo muy diferente a lo que ocurre ahora mismo en muchos ámbitos donde abundan los profesionales de la política. "La política da legitimidad, pero no preparación", apostilla. Con este objetivo, se muestra dispuesto a "estimular y apoyar a la gente joven" para que no se desligue de esta actividad, tantas veces injustamente desprestigiada por el comportamiento de unos pocos.

Preguntado por la polémica reforma del aborto, solo pide que "no se use la demagogia" para hablar de este asunto, a la vez que dice ser "partidario de la libertad individual compatible con el derecho a la vida de todo el mundo".