Tras siete meses desde la apertura del vestíbulo del Intercambiador de Santa Cruz por el derrumbe del falso techo ocurrido la madrugada del 13 de diciembre del 2011, siguen siendo un misterio las causas que propiciaron el desplome de esta parte de la infraestructura capitalina gestionada por el Cabildo insular, aunque su propiedad es del Gobierno de Canarias, que se encarga de las investigaciones.

La hipótesis que se sostiene de forma extraoficial es que la caída se produjo por un defecto de fabricación en el material empleado, aunque muchos expertos aseguraron, en su momento, que era muy difícil que por esa razón se viniera abajo, siendo más probable que los perfiles del falso techo estuvieran mal enganchados o sujetos.

La directora general de Transporte del Ejecutivo regional, Rosa Dávila, explica que la investigación se encuentra a cargo de una instrucción funcionaria que no pertenece a la administración de transporte, que se encuentra bajo sumario y en la que se han adjuntado distintos informes de la Universidad de La Laguna (ULL), de distintos laboratorios especializados e independientes.

La incertidumbre, sin embargo, llega a los distintos comercios situados en el intercambiador y que tuvieron que parar su actividad durante dos meses debido al cierre. Algunos de los afectados denuncian que se sienten ninguneados por la administración porque no responden a la exigencias de las indemnizaciones prometidas. A su juicio, la crisis sirve como excusa para no aportarlas como se les prometió.