El salón de noble del Ayuntamiento de Arona vivió ayer la sesión más tensa de todo el mandato al haber estado presidida por un alcalde inhabilitado por sentencia judicial, como es el caso de José Alberto González Reverón.

Los concejales de los grupos del PSC, PP y CxA reprobaron la actitud del mandatario condenado nada más abrir la sesión, quienes afirmaron en reiteradas ocasiones que González Reverón "no tiene legitimidad para continuar ostentando el poder".

Ante la situación, y mirada desencajada del grupo de gobierno, los ediles críticos se levantaron del salón de plenos y lo abandonaron, quedándose únicamente los dos concejales del CAN.

Sin embargo, antes de marcharse los portavoces de estos tres grupos se dirigieron al condenado y José Antonio Reverón (CxA) afirmó que "usted (mirando al alcalde) no es digno de presidir el Pleno y su actitud no es seria".

El jefe de la oposición, el socialista José Julián Mena, fue también muy duro en sus críticas al decirle que "carece de legitimidad para desempeñar con credibilidad sus funciones".

"La credibilidad de este grupo de gobierno presidido por usted (señalando a González Reverón) está en entredicho. En este momento no se dan las circunstancias para que los habitantes de Arona confíen" en el alcalde "y su imagen deteriora la de la institución. Además, de estar condenado a una inhabilitación para el ejercicio de cargo público de cuatro años y medio pesan" sobre el nacionalista "múltiples imputaciones en casos de corrupción", aseveró preocupado el edil.

Dionisio Rocha, portavoz del PP, manifestaba también que "no es moral seguir defendiendo unos ideales, una labor, un mandato, un liderazgo cuando la justicia no titubea en su argumento y le ha dicho claramente a usted, señor alcalde, que su actuación en este ayuntamiento ha sido ilegal".

Ya con la oposición fuera del salón de plenos, el alcalde no dudó en acusar a los portavoces del PSC y CxA de "haber defraudado presuntamente a la Seguridad Social y a Hacienda".

El mandatario sí entonó un "mea culpa" y reconoció que "supuestamente he metido la pata" en las contrataciones que han servido para inhabilitarlo.