COMO todo en la vida, lo añejo da prestigio y en el automovilismo una de las marcas con más solera era la Oldsmobile, presente en el mercado desde 1896 y por desgracia desaparecida recientemente.

La presencia de los Oldsmobiles en todas las carreteras del mundo era notable y en nuestra isla tampoco estuvo ausente. Aunque en un principio su existencia era escasa, sus características técnicas hacían del mismo un fotingo idóneo para nuestra orografía, y así su número fue aumentando de modo tímido pero constante. En 1926, a un ejemplar carrozado en phaeton le tocaron las placas de TF-1950, siendo lo más curioso de este coche que vino con el volante al lado derecho. Esta anomalía no llamaba mucho la atención de los usuarios o conductores, ya que el reducido número de unidades en circulación no los convertía en incómodos, como sería en la actualidad.

Por aquel entonces, la representación de los Oldsmobile o General Motors la ostentaba el conocido empresario Marcelino Bello, con domicilio en la avenida de uba. Los sucesivos cambios de representantes o la subdistribución del enorme conglomerado de marcas que poseía la General Motors hizo que tuviera en nuestra plaza varios agentes, siendo la Oldsmobile la gran olvidada, pero cada uno de ellos importó por lo menos un ejemplar de esta marca, con lo que la presencia nunca se eclipsó totalmente.

Los años 40 y 50 fueron una auténtica sequía para los automóviles yanquis. No obstante, entre la chatarra y otros componentes del más variado origen, surge en el mes de noviembre de 1950 un excéntrico y único Oldsmobile, que había sido reconstruido con un motor originario de esta marca y piezas de otro fotingo, al que la administración le concede, el día 19 de febrero de 1951, la placa de TF-7169, quedando inscrito con el nombre de Oldsmobile, cuando lo único real que tenía de esa marca era su grupo propulsor.

Para 1960, el mercado empieza a cambiar radicalmente y los intereses de la General Motors están en manos de la Viuda de Yanes, S.A., cuyas marcas estelares de Opel, Vauxhall y Bedford inundaban el mercado. Entre las pequeñas y excepcionales importaciones de coches yanquis que se materializaban por aquellos tiempos, se encuentra un elegante e impresionante Oldsmobile modelo descapotable de dos puertas, al que la delegación de industria le asigna la matrícula de TF-22570. Dadas sus características, este ejemplar se destina al uso particular y contando solo con ocho años de funcionamiento vivió su momento más espectacular, puesto que fue el encargado de pasear por nuestras calles a Noelia Afonso abrera, que había sido proclamada Miss Europa 1970. Esta guapa tinerfeña logró alzarse con ese preciado galardón el día 16 de septiembre de 1970, y el 28 de ese mes regresó a su tierra natal. Existen infinidad de fotos donde se aprecia en toda su magnitud la belleza de nuestra segunda Miss Europa y la "arrogancia" de nuestro Oldsmobile entre la gran multitud que se reunió para celebrar ese gran acontecimiento.

Por fortuna, el Oldsmobile TF-22570 ha logrado llegar a nuestros días, encontrándose perfectamente conservado y siendo hasta el momento el único superviviente de todos cuantos se importaron y se matricularon en su tiempo.

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