Las asociaciones de madres y padres de alumnos (Ampas) comienzan a superar el fuerte impacto que supuso la cancelación de las subvenciones que hasta el pasado curso les otorgaba la Consejería de Educación del Gobierno canario. La federación que agrupa a estos colectivos en Tenerife (Fitapa) ha concretado sus intenciones de "dar un paso adelante" y, tras negociar con las empresas del sector, se ve en condiciones de mantener la acogida temprana.

El servicio -consistente en la entrada del niño en el centro antes de que comience la actividad lectiva, para así favorecer la conciliación entre vida laboral y familiar- deberá ser sufragado con las aportaciones de los padres, aunque estas no superarán el euro diario o los 177 anuales, detalla Eusebio Dorta, presidente de Fitapa. Las conversaciones con las empresas han permitido rebajas en el coste de hasta un 35%, de forma que si antes ascendía a 3.446 euros anuales, ahora bajará hasta 2.700 o 1.900, dependiendo de los casos.

Ocho entidades privadas se han mostrado interesadas en asumir la acogida temprana en estas condiciones. Serán las propias Ampas las que decidan a cuál de ellas quieren recurrir.

Para que el servicio sea viable, cada grupo debe disponer de un mínimo de quince niños. Con esta cifra sería posible incluso que sobrase dinero, que podría destinarse a un abaratamiento de las cuotas -por debajo del euro diario- o a financiar actividades extraescolares, también sin presupuesto público el próximo curso.

Precisamente, Fitapa ha ideado una fórmula que permitiría salvar las actividades extraescolares. Se trata de pedir su declaración como entidad de utilidad pública y, una vez concedida, suscribir un contrato de voluntariado mediante el que los propios padres desarrollarían estas actividades. La federación "cumple todos los requisitos" para que su solicitud sea atendida, señala Dorta antes de asegurar que otras entidades españolas ya son consideradas de utilidad pública.

"Fitapa actuará como mediadora para legalizar la situación, con la idea de que no se pierda ni una sola actividad", expone Eusebio Dorta, quien define el camino emprendido por la federación tinerfeña como "una reinvención".

Ante la "desorientación" en que se encuentran sumidos los padres, Fitapa "debe dar orientación de todo tipo y negociar". "Hacer solo lo que hacíamos antes no tiene sentido ahora. Si el Gobierno da un paso atrás, nosotros tenemos que dar uno adelante y ofrecer soluciones", agrega.

Otro ejemplo de esta nueva orientación de la federación son sus gestiones para mantener, mediante una subrogación, el seguro que cubría a los alumnos durante la acogida y las actividades extraescolares, suprimido por el Gobierno.