La forma de pensar de Celso Albelo es en cierto modo un trasunto de su cuerpo, un edificio grande, firme y sólido, a prueba de halagos. Y eso que el reconocimiento que hoy le espera en Italia podría envanecer a cualquier cantante, ya que el tenor tinerfeño recibirá esta noche en Torre del Lago el International Opera Award 2012 en la categoría Mejor Tenor, categoría en la que se ha impuesto nada menos que a Juan Diego Flórez y a Gregory Kunde. La Fondazione Verona per l''Arena y la Fondazione Festival Pucciniano convocan este galardón, el Óscar de la lírica italiana, que eleva al estrellato al cantante lagunero.

Sin embargo, Albelo no cree que Italia se haya adelantado a España en el reconocimiento a su figura. "Este es un premio internacional -afirma-: cierto es que mi carrera se ha desarrollado más fuera de España, pero se debe a las circunstancias en que se ha desarrollado mi trayectoria. Tengo contratos en todos los principales teatros europeos, pero en España también. El actual es un momento para estar muy satisfecho".

¿En qué consistirá la ceremonia de Torre del Lago? Además de recibir el premio, ¿ofrecerá alguna interpretación?

Será una ceremonia donde premiarán a las diferentes vocalidades y también a la memoria musical, con diferentes actividades. Han dejado a mi elección si quería cantar, y sí, realizare una intervención.

Quedar en las votaciones por delante de Kunde y, sobre todo, de Juan Diego Flórez, no está al alcance de cualquier tenor. ¿Qué piensa que ha podido influir de modo más determinante en la decisión de quiénes le han votado: la última temporada, tu actual momento vocal, el conjunto de tu trayectoria...?

Sinceramente no sé cuál es el criterio elegido por el jurado. Me sentía ya ganador por estar entre los nominados, hay grandísimos interpretes, y para un cantante como yo estar entre las opciones junto a Juan Diego y Kunde era ya en si un premio. Fue una sorpresa mayúscula saber que era yo el ganador.

Acaba de cerrar un mes de julio especialmente intenso, con las actuaciones en Italia y Alemania, acompañado, cómo no, por Désirée Rancatore. Es hora de preguntarle que significa para su carrera esa privilegiada relación artística con la soprano siciliana.

Con Désirée he aprendido muchísimas cosas de esta carrera y he cantado muchísimo a su lado, por lo que parte de este premio debo agradecérselo a ella.

¿Es arriesgado hablar de un "segundo debut" en La Scala? Es verdad que se presentó hace dos temporadas con un pequeño papel de "Pagliacci", pero este año encarnó a uno de los principales personajes de "Don Pasquale", ópera cómica que aflora periódicamente a su repertorio. ¿Qué impresiones le ha dejado esa reaparición en Milán?

Si, estuve ya en "Pagliacci" con el Arlecchin, papel no protagonista pero que en La Scala lo habían cantado antes Tito Schipa, Anton Dermota y Francisco Araiza, entre otros... Ahora he vuelto con Ernesto de "Don Pasquale", y ha sido una experiencia realmente maravillosa. No fue sencillo porque estaba en medio de los ensayos de "L''Elisir d''amore" en la Fenice de Venecia, pero tanto aquí como en La Scala hubo un ambiente estupendo y me facilitaron en todo momento las condiciones para hacer unas funciones divertidas, que obtuvieron gran respuesta del publico.

Va a cerrar (y no es descabellado decir que como gran estrella) el próximo Festival de Ópera e Tenerife, el primero tras la "era Del Monaco". Cuando hace unos años cantó en el Auditorio "Don Pasquale", ¿pensó que algún día regresaría como la principal atracción del festival organizado en tu propia isla?

No sé si soy la gran atracción; solo entiendo el festival como algo de mi isla con la que tanto me identifico. Hablo de mi isla como de Canarias en general. En los momentos complicados -o menos sencillos- es cuando se debe estar, detalles y condiciones aparte. Ahora solo queda esperar a que llegue esa fecha y pasar un día disfrutando alrededor de la música. Personalmente, para mí, será emocionante cantar en Tenerife.

El teatro Real apostó por Gerard Mortier como director artístico y ya parece estar incomodando a un sector del público, en parte por su desafecto hacia el repertorio tradicional pero también por su escasa apuesta por lo español. ¿Piensa que este doble hándicap puede frenar su regreso y el de Jorge de León al coliseo madrileño?

Como ya he dicho en otras ocasiones, él tiene sus gustos y su manera personal de gestionar. Aun así, creo que no será problema. Jorge volverá al Real y yo también.