La prima de riesgo de España, que mide el diferencial entre el bono español a diez años y el alemán del mismo plazo, alcanzaba en la apertura de la sesión 600 puntos básicos, lo que no ocurría desde mediados de la semana pasada.

A las 08.30 horas, la rentabilidad del bono hispano era del 7,26 %, en tanto que la del bono germano se situaba en el 1,256 %.

La falta de contundencia y de medidas concretas en la comparecencia de ayer del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, decepcionaba al mercado, hundía las bolsas europeas y disparaba la prima de riesgo de los países periféricos de la zona del euro.

Los mercados esperaban que Draghi anunciara medidas concretas para aliviar la presión desde que la pasada semana asegurara que haría "todo lo necesario" para preservar la moneda única, lo que se tradujo en una cierta euforia en las bolsas y primas de riesgo.

Sin embargo, tras la reunión de ayer del BCE, Draghi se ha limitado a apuntar que el organismo actuará solo bajo la "estricta condicionalidad" de que los países pidan que se activen los fondos de rescate temporal o permanente para comprar deuda soberana.

Por lo que respecta al riesgo soberano de otros países de la zona del euro, la prima de riesgo de Italia se reducía ligeramente hasta 509 puntos básicos aunque superaba a la de un país rescatado, Irlanda, que se situaba en 479 puntos básicos.

La de Portugal subía a 1.023, y la de Grecia, a 2.471.

Los seguros de impago de deuda ("credit default swap" o CDS), relativos a los bonos a diez años de España para cubrir la posibilidad de impago de 10 millones de dólares se encarecían y se cambiaban a 492.320 dólares anuales, por encima de los 480.810 dólares que marcaban la víspera a esta hora.

Los CDS de España son hoy los sextos más caros del mundo, por detrás de Argentina, Venezuela, Ucrania, Portugal y Líbano.