Un grupo de investigadores de las universidades Complutense de Madrid y de La Laguna ha realizado un estudio multidisciplinar que alerta de que apostar de forma ciega por el vehículo eléctrico es un error.

La objeción a este tipo de combustible, que hoy en día pretenden impulsar algunas administraciones públicas, se debe a que la generación de electricidad depende en la mayoría de los casos de la utilización de combustible fósil como materia prima, lo cual emite grandes cantidades de CO2 a la atmósfera.

Así lo explica Ricardo Guerrero, investigador de la Universidad de La Laguna -uno de los autores de este estudio junto con Luis Puich (Complutense de Madrid) y Gustavo Marrero (La Laguna)-, que indica que el futuro pasa por la diversificación de los combustibles, fósil, eléctrico y biocombustible.

La primera conclusión de esta investigación es que lo más conveniente es la diversificación de los tipos de combustible, por lo que "apostar ciegamente por el vehículo eléctrico es un error".

La excepción está en los países que apoyan la energía hidroeléctrica, a través de la cual se puede generar de forma limpia electricidad que alimente a este tipo de coches.

La clave está precisamente en incentivar el uso de las energías renovables e introducirlas dentro del sistema eléctrico si lo que se pretende es potenciar el uso de los vehículos eléctricos, según señala el estudio.

"Hay que tener también en cuenta cómo se produce la electricidad", recalca Guerrero, al tiempo que señala que es falso que el vehículo eléctrico no sea contaminante, pues aunque, aunque al circular no emite dióxido de carbono, la generación de esta energía sí.