Veinte ciudadanos de etnia uigur, de religión musulmana y que habita en la región noroccidental china de Xinjiang, fueron condenados por distintos delitos de terrorismo y separatismo, informó hoy el diario "South China Morning Post", en un momento de tensiones en la región por la celebración del ramadán.

Tres tribunales en las ciudades regionales de Kashgar, Aksu y Urumqi, la capital de Xinjiang, dictaron estas condenas, aunque sólo se facilitaron los nombres de cinco de los condenados y únicamente se detalló que la mayor de ellas fue de 15 años de prisión.

Cuatro de los reos fueron considerados culpables de "organizar ataques terroristas" y uno fue condenado por subversión, señaló la información.

A algunos de ellos se les descubrió en posesión de explosivos, añadió el diario.

Las condenas han sido cuestionadas por grupos en el exilio como el Congreso Mundial Uigur, cuyo portavoz, Dilxat Raxit, aseguró que los acusados sólo estaban usando internet para obtener información gubernamental o expresar sus opiniones, por lo que las acusaciones de separatismo y terrorismo estaban "politizadas".

Las sentencias se anuncian cuando los musulmanes celebran el mes del ramadán entre algunas tensiones en China, ya que informaciones de los uigures en el exilio acusan al Gobierno comunista de prohibir el ayuno a algunos colectivos de la región, como los funcionarios o los estudiantes.

Al parecer, una circular en la web oficial del Gobierno de Xinjiang instaba a no participar en las actividades religiosas del Ramadán "a los cuadros del Partido Comunista, los funcionarios (incluidos los jubilados) y los estudiantes".

Responsables del Gobierno regional aseguraron, ante las acusaciones del exilio, que se trata de una sugerencia pero "no fuerzan a nadie a comer durante el Ramadán", recoge hoy el diario oficialista "Global Times".

Xinjiang, región que ocupa la sexta parte del área total de China y en la que viven unos 10 millones de uigures, es junto al Tíbet uno de los principales focos de tensiones étnicas en el país asiático.

En julio de 2009, enfrentamientos entre uigures y chinos de la etnia mayoritaria -han- en Urumqi, la capital regional, causaron 200 muertos en uno de los peores episodios de violencia étnica vividos en el país.

China acusa a grupos separatistas y terroristas, cuya meta es crear en Xinjiang un Estado independiente llamado "Turquestán Oriental", de instigar esta violencia, mientras uigures en el exilio aseguran que Pekín usa esta excusa para reprimir la religión y cultura de su pueblo.