1.- Fue una semana singular. La primera noticia es que AngeloIannaccone llegó al Cabo Norte en su "Fiat 500" preparado por LaloPérez. El año pasado se fue a Moscú. Esta vez van a ser 13.000 kilómetros, desde Sevilla, ida y vuelta. Pasando por un montón de países. Desde Bérgamo (Italia) le acompaña su hermano, Giampaolo. Poco equipaje y mucho frío al Norte de Noruega. Y muchísimo calor en la ruta centroeuropea. ¿Cómo aguanta un coche de 40 años estos trotes? El secreto está en el mecánico. Lalo Pérez es un manitas y ha enseñado a Angelo, un empresario portuense de origen italiano, de 69 años, cómo tratar el coche. Una vez se quedó atrapado en un bache, rumbo a Moscú, en una carretera de una de las ex repúblicas soviéticas. Y ambos hermanos están acostumbrados a que los adelanten los camiones, con esa superioridad tan propia de los camioneros. Para Lalo los coches no tienen secretos. Lo lleva en la sangre. En su familia son todos "eléctricos". Los enseñó su padre, don ManuelPérezPerdigón. Yo, de chico, me quedaba extasiado viéndolo cómo adaptaba la pipa del delco, cómo reparaba las dinamos. Uno de sus hijos, MiguelÁngel, fue compañero mío de colegio. El coche lleva la bandera de Canarias y pegatinas de todos los lugares por los que ha pasado. Ya no le caben. La intención de Angelo, más adelante, es donarlo al Museo de la Historia, para que los propios y los que vengan de fuera puedan contemplarlo allí. Pero será cuando toque. De momento planea ir a China, quizá el año que viene. Hay una pega: los chinos no dejan que los no residentes conduzcan por sus carreteras, así que Angelo espera que cambie la prohibición. El pequeño "Fiat", rescatado del desguace por CelioRodríguezZarza, que últimamente se me esconde, cuenta con todos los adelantos técnicos, incluso con un completísimo navegador. Se traza la ruta y ya está. A correr. Angelo volverá a esta isla el día 20 de agosto, con otro récord en el bolsillo. Cuando aparque junto a la sevillana Torre del Oro, antes de embarcar el coche, río Guadalquivir abajo, habrá recorrido los 13.000 kilómetros previstos por España, Francia, Italia, Austria, Alemania, Dinamarca, Suecia, Noruega, Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, República Checa y San Marino. Por si lo ven por ahí, la matrícula del coche es el TF 2755 E. Y fue matriculado en 1973. Feliz regreso, amigos.

2.- El viernes fuimos a comer al museo de GuillermoGarrote, ahora no sé si aquello se llama El Chorrillo o El Tablero. Da igual, son vecinos. Es la última casa del límite de Santa Cruz con El Rosario. El recinto es una maravilla. Garrote es mecánico naval, así que su afición por la mar y por los barcos la vuelca en esa casa de los tesoros, donde hay de todo. Digan cualquier cosa y les diré que sí, que allí está. Comimos sobre la hélice de un carguero hundido. Tiene una caja fuerte de la que se fabricaron tres: una está desaparecida, la otra la tiene Garrote y una tercera se encuentra en el fondo del mar, con el "Titanic". Las maquetas que expone son preciosas y los recuerdos de tantos amigos tienen gran valor sentimental. Tiene botellas de vega Sicilia "Único" de 1961. Campanas, relojes de trasatlánticos, las maquetas de cada uno de los barcos de pasaje en los que Guillermo Garrote ha viajado, recreaciones pictóricas de los trasatlánticos de los sesenta, los de la emigración; y una multitud de metopas, algunas muy raras y valiosas. No sé de dónde ha sacado Garrote tanto abalorio. Su devoción por lo militar y por las fuerzas de seguridad se manifiesta en la gran cantidad de recuerdos que guarda allí, incluido el Tricornio de Plata de la Guardia Civil. Una vez logró reunir como a catorce generales y otros altos mandos en un almuerzo, en su museo. Guillermo Garrote es especialista en hacer amigos y su marmitako de atún es espectacular. El almuerzo era la réplica al que nos dio, hace unos días, JesúsFernández -presente en el acto-, pero mientras el de Jesús era la sofisticación, la nouvelle cousine canaria de Lucas Gamonal, con Bollinger a raudales (Toño Armas estará contento), éste de Garrote era más campestre; una tortilla de camarones, espléndida. Y el marmitako referido. Todo muy especial. El próximo será, de quesos, en casa de SergioCanino, gerente de Los Sabandeños y ex apoderado de la Caja de Ahorros. Será con la fresca de septiembre. Conocí a Sergio de recepcionista en el hotel "Moreque", en los setenta. Juan-ManuelGarcíaRamos (que ha terminado su relato sobre el "Valbanera", 1919, en el que viajaba su abuelo el zahorí) duda que Sergio organice ese akelarre quesero; y yo creo que ElfidioAlonso, ambos presentes el viernes en casa de Garrote, también. A mí no me cabe duda: Canino cumplirá.

3.- Esta crónica de domingo no estaría completa sin una referencia a la doble medallista MireiaBelmonte. Qué monada de criatura, qué dulzura y cómo nada. Esta chica es el exponente más real de la juventud que uno quiere tener alrededor. Una mujer como la copa de un pino, con una sonrisa espectacular y una forma de nadar que levanta de sus asientos a los espectadores, porque parece que no va a llegar nunca a la meta y al final remata la faena con una brillantez impresionante. Y unos ojos azules que conmueven. Así que esta chica nos ha alegrado no poco la semana, desde la pileta olímpica londinense. Yo me imaginaba que esta Olimpiada no iba a ser buena para España, pero como también pronostiqué que España no ganaría el Mundial de Sudáfrica, pues me abstengo de hacer pronóstico alguno en lo que se refiere al deporte. Porque no doy una. Y esto ha sido todo. Ah, otra cosa, Rajoy dice que no tiene interés en tocar las pensiones, así que prepárense porque es la primera señal de que las va a tocar. Yo no creía a Zapatero, pero a Rajoy tampoco lo creo ahora. En esto también me equivoco siempre: los voté a los dos; a Zapatero, en la primera legislatura; a Rajoy, en esta última. ¿Y qué saco? Que me bajen las pensiones, que en la calle no haya un duro, que la gente esté crispada y preocupada. Un estudio de varias asociaciones de conductores alerta sobre la tensión en los que van al volante, que se traduce en infracciones y en discusiones de tráfico. En violencia, en una palabra. Cuidado.

achaves@radioranilla.com