Los concursos de rondallas en la plaza de toros marcaron la infancia carnavalera de José Antonio González (Santa Cruz de Tenerife, 1956) y le sembraron el gusanillo de la máscara. Parrandero de pro, director musical del grupo Son 21 y "factotum" en la actualidad de la murga adulta La Traviata, "El Flaco", de la ya histórica Singuangos, se reconoce amante del Carnaval. Su primer contacto con grupos oficiales fue con la rondalla Tronco Verde, bajo la dirección de Aníbal Pérez, allí militó cuatro años, para luego, tras desaparecer, sumarse a la del Círculo de Amistad y, luego, desembarcar en Singuangos. De eso hace ya treinta años. Una vez la murga señera del barrio Duggi cerró sus puertas, en 2004, "El Flaco" se sumó a La Traviata y, desde hace quince días, aceptó la dirección musical de Ni Fú-Ni Fá, de la que quiere hacer un barco a su medida, por más que desde fuera parezcan agua y aceite; murga tradicional y murga coral. El próximo Cubanito, por ejemplo, será montado por "El Flaco".

¿Alguna vez imaginó se director musical de Ni Fú-Ni Fá?

Antes pensaba en otras murgas y no en Ni Fú-Ni Fá, pero surgió la oportunidad que años antes ya me plantearon, aunque entonces no me decidí a dar el paso.

¿Va a la Ni Fú-Ni Fá para quedarse o hará como sus antecesores en la dirección?

No me planteo quién ha pasado y quién no; ante ese reto no tengo ningún miedo porque tengo plena confianza en mí. Reconozco que desde fuera se ve a una murga que ha tenido demasiados cambios y al no tener una línea ha afectado. La intención de la Fufa es que cubra un ciclo, no sé de cuantos años, pero no me planteo que venga para quedarme; actúo de hoy para mañana. Si surge, me quedo; si no me gusta lo que veo, me voy.

¿Por qué acepta la dirección musical de la Ni Fú-Ni Fá?

Es un reto.

¿Acaso la Fufa es más reto que haber dirigido a Singuangos?

Es un reto por lo que rodea a la Ni Fú-Ni Fá, por el ambiente social que la rodea; intentaré, si puedo, hacer un barco a mi medida, tal vez por un poco de ego: intentaré crear algo nuevo dentro de lo que ya es. La Fufa es un sitio ideal para lograrlo y por eso acepté.

Pero no va a tener el encanto del concurso de murgas.

No me preocupa para nada; hay otro tipo de retos dentro de las murgas y la Ni Fú-Ni Fá no tiene que ver nada con el concurso; hasta hace poco podría plantearme eso -no hay concurso, no tienes esa motivación-, pero he cambiado de pensamiento porque el concurso en sí no me gusta como está, de hecho fue una de las razones por las que se fue Singuangos. Ni Fú-Ni Fá tiene su propio concurso, que no lo tiene ninguna, como es la plaza del Príncipe y es un público fiel y es con quien tienes que ganarte el primer premio cada año.

¿Ha entrado en el cementerio de elefantes donde acabará su vida de murguero?

Con la calidad de comida y de vino que hay allí es ideal... (Se ríe). No hay tanto elefante como se piensa. Hay mucha gente joven, que están felices allí. Esa es mi intención. No me he encontrado un cementerio de elefantes, sino gente que quiere cambiar la línea.

¿Si Enrique González entrara en el local y lo viera dirigiendo a su murga volvería a morirse?

Mi relación con Enrique en los últimos años fue amable, nos llevábamos muy bien aunque nos veíamos poco. Hace años tuvimos choques, pero eso cambió tal vez con la edad, que te vuelves más comprensivo.

¿La Fufa se va a convertir en una murga coral?

Dependerá de lo que ellos quieran y que no sé lo que me voy a encontrar dentro. Pero... poquito a poco. Se puede cantar sin necesidad de ser una coral. Antes que nada es una murga y así hay que tratarla.

¿Cómo se identificará su mano al oír a la Ni Fú-Ni Fá?

No tiene por qué; voy para el montaje musical, no para hacer letras. Quien vaya a buscar en la Fufa arreglos estratosféricos o brutales no los va a encontrar; otra cosa es que se cante bien y se vocalice.

Con lo poco que le ha gustado cantar a los canariones, ¿va a ensayarle esos temas en la Fufa?

Me va a costar bastante, pero no sé cuál es el camino de la nueva directiva y si quieren mantener la filosofía de toda la vida. Si han hablado conmigo, deduzco que quieren hacer algunos cambios. Me va a costar no intervenir en las letras, pero sé el respeto que se debe al letrista.

¿Se imagina dirigiendo a la Fufa en la plaza del príncipe?

Sí, sí lo veo. No me costaría nada hacerlo si estoy integrado en la murga y el ambiente es propicio.

¿Qué es la Ni Fú-Ni Fá?

Mi percepción de la Fufa es la del teatro Guimerá y esa es la que me gustaría recuperar. Sería ideal volver a recuperar el carisma que tenía la murga con el público del Guimerá gracias a genialidades de Mingorance. Ese es mi ideal de la Fufa. Me gustaría hacer ese tipo de letras, que no se parecen a las mías.