Las oficinas de objetos perdidos reciben cada día miles de objetos, sobre todo teléfonos móviles, llaves o carteras, pero no sólo, ya que hasta esas dependencias han llegado sillas de ruedas, dentaduras postizas y hasta una tabla de surf.

En los aeropuertos el objeto "rey" es, claro, el cinturón, y por ejemplo en las terminales del aeropuerto madrileño de Barajas más de trescientas personas pierden u olvidan cada mes ese accesorio tras pasar los correspondientes controles.

Sólo en el último año, la oficina de objetos perdidos del Ayuntamiento de Madrid recibió unos 50.000 objetos encontrados en vías públicas, en taxis, autobuses o trenes y, según han informado fuentes de estas dependencias, destacan entre esos objetos perdidos las carteras, las llaves y los teléfonos móviles.

Esta oficina del ayuntamiento madrileño custodia unos 90.000 objetos, que esperan ser recogidos por sus propietarios, han señalado las mismas fuentes, que han precisado que el pasado año unas 12.000 personas lograron recuperar en estas instalaciones lo que habían perdido.

Fuentes de AENA han explicado que sus mostradores de objetos perdidos reciben cada mes unos 350 cinturones, 200 gafas, 100 teléfonos móviles y 50 ordenadores, objetos todos ellos que en el caso de no ser reclamados en el plazo de una semana son enviados también a la oficina central para estos enseres del Ayuntamiento de Madrid.

Allí se depositan cada mes unos 3.300 objetos, algunos tan peculiares como bombonas de butano, un ladrillo -hallado en un mostrador de facturación del aeropuerto- un corta-césped y dentaduras postizas encontradas en los servicios del aeropuerto.

Responsables de estas instalaciones han expresado su sorpresa ante la reciente entrada de sillas de ruedas, de muletas y de un audífono, encontrados todos ellos en el metro y en autobuses de la Empresa Municipal de Transportes, en los que los que algunos usuarios han olvidado o abandonado televisiones, palos de golf o tablas de surf, entre otros.

Durante los últimos meses se han sumado a esos objetos algunos muy valiosos, como las escrituras de una propiedad que fueron devueltas a su titular, o un maletín con 17.000 euros en metálico que fue hallado por el conductor de un autobús municipal, depositado en la oficina o recuperado por su dueña.

La responsable de la oficina de objetos perdidos del Ayuntamiento de Madrid, Magdalena Crespo, ha explicado que los objetos que las personas reclaman con más interés son aquellos que tienen valor sentimental para sus dueños.

En la mayoría de los casos se trata de fotografías en papel y cámaras; éstas últimas no tanto por el propio valor económico como por los recuerdos y las imágenes almacenadas en sus memorias, ha señalado la responsable de la oficina central de objetos perdidos.

Los responsables de las oficinas de objetos perdidos de los sistemas de transportes que dependen del Ayuntamiento de Madrid han coincidido en que el número de personas que hace uso de los sistemas de atención al cliente para recuperar los objetos extraviados es todavía muy reducido.

Fuentes de la oficina de objetos perdidos del Metro de Madrid han informado de que de los 30.375 objetos que fueron encontrados el pasado año en las estaciones del metropolitano de la capital, sólo 5.871 objetos fueron recogidos por los propietarios.

Las mismas fuentes achacan esta situación al desconocimiento por parte de los usuarios del funcionamiento de estos servicios telefónicos, encargados de localizar los objetos, de registrarlos y de enviarlos a las oficinas de objetos perdidos donde son custodiados, y al convencimiento que tienen los ciudadanos de que lo que pierden pasará a otras manos y no será devuelto.

Los objetos que llegan a estos almacenes se registran y permanecen custodiados durante un plazo de dos años; si transcurrido ese tiempo el propietario no lo ha reclamado, la propiedad corresponde a la persona que lo encontró.

Si no se dispone de los datos de esta persona o ésta no está interesada en poseer ese objeto, los responsables de estas dependencias les buscan una "segunda vida" y en el caso de prendas de vestir, textiles u otros objetos que pueden ser de utilidad para alguien, como algunos dispositivos eléctricos y electrónicos, se donan a varias ONG con las que colabora el ayuntamiento.

Muchos de los objetos olvidados o perdidos nunca vuelven a manos de su propietario, pero la responsable del almacén del Ayuntamiento de Madrid ha subrayado que la solidaridad y la colaboración ciudadana son fundamentales para que una gran parte sean recuperados por sus despistados dueños.