Tras décadas de espera, reivindicaciones, promesas incumplidas y mucha tinta en periódicos, El Toscal ya tiene Plan Especial de Protección. Por lo menos, lo tiene elaborado en la parte que concierne al gobierno local, con la intención de llevarlo a pleno el próximo mes de septiembre. Eso sí, el edil de Política Territorial, José Ángel Martín, y los técnicos de Urbanismo quieren que sea un plan consensuado al máximo y hasta el último momento con los vecinos, por lo que, antes de llevarlo a la sesión plenaria, pretenden presentarlo durante este mes a las distintas entidades del barrio en la Gerencia y, a principios de septiembre, a todos los vecinos que lo deseen en la sede de CajaCanarias.

Lo que sí hace el concejal y uno de los técnicos responsables del documento, Fermín García, es resaltar que el plan tiene en cuenta "el 100% de las peticiones vecinales" y que, entre otras cosas, se traduce en la inclusión de cuatro nuevos aparcamientos, dos públicos y otros dos privados (tres en subsuelo y otro mixto), con un total de 1.350 plazas. Además, se amplía el número de inmuebles catalogados hasta los 111.

Esta novedad en los equipamientos y dotaciones, de ser respaldada por los vecinos, supondrá un cambio cualitativo clave. De hecho, esa cifra de estacionamientos paliará la desaparición de plazas en superficie y pretende cubrir toda la demanda de los residentes de la zona. Además, se apostará o se intentará convencer a las empresas privadas para que desarrollen fórmulas rotatorias, de manera que las personas con plaza fija puedan dejárselos a trabajadores que aparcan por El Toscal durante ciertas horas si no necesitan en ese momento su aparcamiento, de manera que se vean beneficiados el dueño, la empresa gestora y el usuario temporal.

El plan prevé la peatonalización de las calles Santiago y San Miguel como ejes principales, a lo que se añadirán otros pasajes o pequeñas vías de uso mixto. Asimismo, se pretende cambiar la concepción de las manzanas del tráfico para agilizar la circulación y que las calles La Marina, San Isidro, Méndez Núñez y Santa Rosalía ejerzan de corredores principales. Para ello, se dejarán las vías La Rosa y San Juan como anillos interiores longitudinales y las de San Francisco Javier, San Martín y Tribulaciones como transversales. En La Rosa, por ejemplo, desaparecerán todos los aparcamientos en superficie, aunque aún no se ha decidido si esto se ejecutará por fases. Esto permitirá ampliar mucho las aceras con la intención de potenciar las pymes del lugar, aunque seguro que habrá opiniones un tanto divergentes. También se prevé varios cambios de sentido.

Corredores verdes

Otra de las claves del proyecto pasa por la interconexión del barrio con cuatro de los grandes espacios verdes de la ciudad. Así, se pretende habilitar todos los corredores o túneles verdes posibles desde El Toscal hacia las superficies vegetales de Plaza de España, Del Príncipe, Almeida y Parque García Sanabria. Esta apuesta por la arborización incluye la plantación de especies como los tulipinos o gacarandas, así como la creación de espacios verdes o ajardinados en las azoteas y superficies superiores de los edificios públicos y del nuevo aparcamiento privado en altura (que se situará en la calle Tribulaciones), donde habrá una terraza bar que dinamice económicamente la zona.

El plan contempla también la cohabitación de un carril bici con la peatonalizada calle Santiago, de manera que conecte Almeida con la zona de El Corte Ingles.

En total, el documento incluye 29.000 metros cuadrados de espacios de dotaciones públicas, equipamientos o zonas libres, lo que supone 10.000 metros más que en el plan general de 1992.